El líder del centro-izquierda, Pier Luigi Bersani, ha manifestado este martes que está dispuesto a echarse a un lado si supone un "obstáculo" para la formación de Gobierno en Italia, si bien ha defendido que su partido tiene el derecho de hacerlo tras haber sido el más votado, al tiempo que ha vuelto a descartar la posibilidad de una gran coalición con el centro-derecha de Silvio Berlusconi.
"Si yo fuera un obstáculo, estoy a disposición porque antes de todo está Italia", ha aseverado Bersani en rueda de prensa, subrayando que Italia "pide una dirección porque tiene problemas pero carece de la confianza y necesita cambio".
En este sentido, ha reiterado que no es posible una gran coalición con el centro-derecha ya que el resultado sería "un ejecutivo inmóvil, la política en una barca cada vez más pequeña en un mar muy agitado". Bersani ha recordado que "con Berlusconi ya tenemos una experiencia", el respaldo que sus respectivas formaciones han dado al Gobierno tecnócrata de Mario Monti, "y ya hemos visto el 'impás'".
El líder del Partido Democrático, que la semana pasada tuvo que renunciar al encargo de formar gobierno tras no obtener el respaldo necesario, se ha mostrado dispuesto a reunirse con Berlusconi y ha reiterado su llamamiento a la "corresponsabilidad institucional".
La solución para el país, según Bersani, no es tampoco un gobierno integrado por su partido, el de Berlusconi y los partidarios de Monti: "sería una respuesta equivocada" que daría la sensación de una "política que se cierra en el fortín y se protege".
El centro-izquierda, que tiene "mayoría absoluta en la Cámara y relativa en el Senado", ha formulado "otra propuesta y mi llamamiento es a analizarla mejor". "Es una propuesta que tiene en cuenta tanto la necesidad de cambio como el recorrido para las reformas institucionales", ha resaltado.
Bersani también se ha referido al Movimiento Cinco Estrellas, que se niega a respaldar cualquier gobierno encabezado por los partidos tradicionales, lamentando que los ocho millones de votos que recibió están "congelados" y con ello se está impidiendo que el Parlamento pueda comenzar su funcionamiento.