El conjunto de Plaza no fue por delante en el marcador hasta los cuatro últimos minutos
El Real Madrid recuperó su identidad y la senda de la victoria en Badalona ante el DKV Joventut, al que venció por 68-79 en un intenso partido perteneciente a la séptima jornada de la Liga ACB, en donde el estadounidense Louis Bullock y el español Raúl López fueron vitales para darle la vuelta al encuentro.
El conjunto de Joan Plaza, que no fue por delante en el marcador hasta los cuatro últimos minutos, recuperó alguna de las constantes que le hicieron ser campeón ACB hace dos temporadas. Sobre todo, el acierto de Sweet Lou y la magia de Raúl López, fundamental en el asalto final, donde la Penya evidenció la incapacidad de cerrar victorias cantadas (7-22).
Ya le pasó el jueves en Euroliga y ayer, –hasta con ventajas de 14 puntos– inyectó dosis de vida a un equipo prácticamente inerme, casi muerto. El Madrid, sin peligro, pero sin perder la cara al choque, permaneció en la distancia hasta que el coraje de Felipe Reyes –algo que nunca perderán los merengues– y el acierto de Bullock le hicieron creer en que el triunfo era posible.
Eso ocurrió cuando corría el minuto 36. Bullock penetró con solvencia y estableció el 68-70, que se vio reforzado con dos triples consecutivos. Uno del base de Vic, extraordinario durante todo el envite en la entrega, y otro de un ex de los verdinegros, Alex Mumbrú, también importante en el esquema visitante (68-76, min.38).
Hasta entonces, el dominio era local. A pesar de las consabidas ausencias del joven Ricky Rubio y del poderoso británico Pops Mensah-Bonsu, los de Sito Alonso se apoyaron en el holandés Henk Norel y en Edu Hernández Sonseca, con ese plus extra de motivación cada vez que se mide al equipo que le vio nacer.
Con un comienzo arrollador (12-3) en los primeros minutos y una secuencia inmaculada de los de Badalona que llevó el partido al 45-33 al descanso, el Real Madrid, con respiración asistida de Bullock, seguía manteniendo un hilo de vida. Un hilo tan fino que, aunque no llegó a romperse, dio la sensación.
Otro de los culpables de que la victoria fuese posible cuando el Madrid parecía k.o fue el incombustible Axel Hervelle, excelente en la función reboteadora. El belga, con tres tapones en su haber y un 4 de 4 en tiros de dos impidió que se acabase la gasolina blanca.
El único pero se llamaba Demond Mallet, que se empeñó en dejar la victoria en casa. El pequeño jugador de la Penya, con 24 puntos y otros tantos de valoración fue el alma de los de Sito Alonso. Un triple estratosférico puso el 66-57 a falta de ocho minutos para el bocinazo final y culminó una actuación brutal.
Sin embargo, el pobre bagaje de los verdinegros en estos ocho minutos –sólo dos puntos– dio alas a los de la capital que hoy sí fueron capaces de vencer y de quebrar una racha que había hecho saltar las alarmas en la casa blanca. Una victoria, que evita la quinta derrota consecutiva, y que aleja la marejada y hace recuperar la autoestima a un equipo que parecía haberla perdido.
El cai vence al manresa El CAI Zaragoza consiguió su segunda victoria de la temporada en casa en un partido en el que el buen trabajo defensivo de la segunda mitad le dio la vuelta a un encuentro que tenía complicado y que acabó con un marcador impensable a tenor de lo ocurrido en los tres primeros cuartos.
El buen inicio de partido del conjunto local (8-2) en los tres primeros minutos de partido se fue diluyendo y permitió al Ricoh darle la vuelta al electrónico en el minuto 7 (14-16) gracias a su mayor acierto en los lanzamientos y en particular en los triples.
Las imprecisiones y los fallos continuos fueron la tónica de un segundo cuarto en el que el nivel de acierto bajó enormemente con respecto a los diez primeros minutos, como demuestra que después de seis minutos el CAI sólo había anotado cinco puntos y el Ricoh dos.
El inicio del segundo periodo no hizo cambiar la tendencia del juego y elevó al ventaja visitante hasta los siete puntos (34-41), máxima del partido para el conjunto catalán, al minuto y medio de juego.
Ante el panorama oscuro que se avecinaba el técnico del equipo maño, Curro Segura, optó por poner en juego en un doble cambio a la pareja de pivotes formada por el checo Ondrej Starosta y Darren Philip.
El CAI Zaragoza le dio la vuelta al partido en el minuto 27 y a partir de ahí creyó en sus posibilidades de victoria ante un rival que se fue apagando progresivamente y que acabó estrellándose en la defensa local para acabar arrollado.