La noticia conocida este miércoles de que Jimmy Carter tiene cáncer supone un duro golpe para el expresidente de Estados Unidos, quien, pese a ser el segundo exmandatario estadounidense más viejo entre los que siguen vivos, es también, sin lugar a dudas, el más activo.
A sus noventa años, Carter sólo está por detrás de George H. W. Bush, de quien le separan tres meses, pues Bush nació en junio (ya ha cumplido los 91) y Carter en octubre de 1924, pero se encuentra muy lejos de Bill Clinton (68 años) y George W. Bush (69).
Sin embargo, el político nacido en Plains (Georgia, EE.UU.) sigue cargado de vitalidad y se sitúa con diferencia como el más activo de los cuatro, siempre dispuesto a opinar sobre cuestiones de actualidad y comprometido con buscar soluciones a los conflictos y problemas internacionales a través del centro que lleva su nombre.
Precisamente su trabajo al frente del Centro Carter, fundado junto a su esposa, Rosalynn, en 1982 (poco después de terminar su mandato) le valió el premio Nobel de la Paz en 2002 por "sus décadas de esfuerzo sin descanso para encontrar soluciones pacíficas a conflictos internacionales".
Carter, el demócrata que gobernó entre 1977 y 1981 (precedido y sucedido por dos republicanos, Gerald Ford y Ronald Reagan, respectivamente) es el expresidente de EE.UU. que más años ha ostentado este título en toda la historia del país, pues hace ya 34 años que dejó de ser presidente, y tras él han pasado otros cinco mandatarios.
"Reorganizaré mi agenda según sea necesario para poder seguir el tratamiento", dijo este miércoles el propio Carter a la vez que anunciaba que una reciente cirugía en el hígado reveló que tiene un cáncer que "ahora se ha extendido a otras partes" de su cuerpo (no matizó dónde se originó ni cuáles son los órganos afectados).
Los medios estadounidenses recordaron, sin embargo, que la familia de Carter tiene un extenso historial de cáncer de páncreas, del que fallecieron su padre, sus dos hermanas y su hermano, y que también fue hallado en su madre.
Además de la actividad internacional, Carter también sigue muy implicado en la vida de su comunidad, en Georgia, da clases en la escuela dominical de una parroquia bautista en su pueblo natal, Plains, y organiza encuentros anuales para los estudiantes de primer año de la Universidad Emory en Atlanta, en la que él enseñó.
En julio, el expresidente nonagenario publicó su último libro de memorias, "A Full Life: Reflections at Ninety" ("Una vida completa: reflexiones a los noventa"), el último de la treintena de libros que ha escrito durante su vida.
En su nuevo libro, el expresidente se explaya más en su vida personal que en la política, aunque incluso en las memorias de su infancia hay un componente que ayudaría a forjar sus ideas: el segregacionismo racial que se respiraba en el estado de Georgia donde nació en 1924, y que su propio padre defendía.
A nivel internacional, en 2015 Carter ha visitado Palestina, donde entre finales de abril y principios de mayo lideró "un Comité de Sabios" que acudió con el objetivo de acercar la reconciliación entre las distintas facciones palestinas.
Poco después, el 10 de mayo, tuvo que acortar por motivos de salud su visita a Guyana, donde su fundación llevaba a cabo una misión de observación electoral sobre los comicios generales en el país suramericano.
"El presidente Carter no se encontraba bien y dejó hoy Guyana para regresar a Atlanta. La misión de observación electoral continúa su trabajo", informó entonces el Centro Carter en un breve comunicado, sin precisar el estado de salud del político.
En noviembre del año pasado, Carter y el empresario mexicano Carlos Slim Helú firmaron una alianza para colaborar con una iniciativa que busca eliminar la oncocercosis, o ceguera de los ríos, en el continente americano.
"Mi vida no es tranquila. Es una vida llena de retos, emocionante e impredecible, intrépida y agradable", relató este año Carter a la televisión pública estadounidense PBS.