El número de muertos en el incendio en una discoteca de Bucarest aumentó este domingo a 30, una cifra que los médicos temen que pueda aumentar de forma considerable, informó el secretario de Estado de Interior rumano, Raed Arafat.
"Nos arriesgamos a tener más muertes, incluso en un número significativo", señaló Arafat.
"Es posible que la cifra se duplique" por el estado crítico en el que se encuentran más de 30 heridos, añadió el responsable del servicio de emergencias, si bien advirtió de que se trata de un cálculo "orientativo".
La subida a 30 del saldo de víctimas mortales se debió al fallecimiento de una joven de 26 años en un hospital de la capital, precisó.
Todos los fallecidos han sido identificados, pero aún no todos los heridos.
En cuanto a los dos heridos españoles, entre ellos el navarro Imanol Etxarri, se encuentran "fuera de peligro" y saldrán "pronto del hospital", informó el Servicio Rumano de Información (SRI).
"Los dos ciudadanos españoles están estables tras presentar el pasado 30 de octubre una intoxicación por humo; los médicos del hospital creen que saldrán pronto", señaló el SRI en un comunicado.
El navarro es Imanol Etxarri Galarzi, de 22 años, confirmaron a Efe fuentes del citado hospital que declinaron revelar la identidad del otro español herido.
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, apuntó ayer al incumplimiento de las normas de seguridad como causa del incendio.
"Se ignoraron normas simples de seguridad", señaló Iohannis, quien se mostró consternado ante el trágico acontecimiento.
En una sesión extraordinaria, el Ejecutivo rumano declaró el sábado tres días de luto oficial y encomendó al fiscal del Estado que se persone en las investigaciones del siniestro.
Según explicaron a Efe dos testigos de la tragedia, un pequeño artefacto pirotécnico, que se suele utilizar con frecuencia en las celebraciones de cumpleaños en los bares en Rumanía, soltó chispas que provocaron que un pilar que se hallaba a un metro de distancia comenzara a arder.
Pocos segundos después, las llamas ascendieron hasta el techo, lo que causó el pánico entre los 400 asistentes en el club y una estampida que se llevó por delante a mucha gente.