El ministro británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond, acusó este domingo a Rusia de bombardear intensamente a civiles en Siria y descartó la idea de que el régimen de Bashar al Asad vuelva a controlar el país.
La situación en la ciudad siria de Alepo es "extremadamente preocupante", dijo el titular de la diplomacia británica a la cadena pública BBC días después de las conversaciones en Alemania entre las grandes potencias para abordar la crisis siria.
El ministro británico agregó que la advertencia de Rusia de que puede surgir una nueva guerra fría si países como Arabia Saudí intervienen en Siria ha sido "demasiado exagerada".
Según Hammond, el presidente ruso, Vladímir Putin, es "el único hombre en este planeta que puede poner fin a la guerra civil haciendo una llamada de teléfono", en clara referencia a Asad.
"Los ataques aéreos rusos han causado un desgaste" en la oposición", dijo Hammond, y añadió que hay unos 150.000 personas de grupos moderados que luchan en Siria.
"No llamaría a todos democráticos sino combatientes moderados de la oposición. Los rusos han lanzado feroces ataques aéreos, incrementando rápidamente su intensidad en las últimas semanas y eso les ha forzado (miembros de la oposición) a salir de las posiciones que controlaban", señaló.
"Pero lo importante es que el régimen sirio no tiene esas fuerzas, no tiene la fortaleza y la organización para tomar el control de esas áreas", subrayó Hammond.
"Los rusos están utilizando tácticas de bombardeo intensivo, bombardeos indiscriminados en áreas civiles en poder de los opositores. Exigimos a los rusos que cumplan con sus obliga