Entre el 30 y el 50% de los españoles han padecido o padecerán a lo largo de su vida un síncope, una breve pérdida de consciencia transitoria con recuperación espontánea, que no deja secuelas y que está originado por una disminución del flujo sanguíneo cerebral.

Así se lo puso ayer de relieve el doctor Ángel Moya, cardiólogo de la Unidad de Arritmias del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, durante una intervención en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, que reúne en Barcelona a 32.000 especialistas.

Según este experto, casi la mitad de los españoles sufrirá a lo largo de su vida uno de los tres tipos de síncope, que no se consideran enfermedad, sino una respuesta anormal de los mecanismos del paciente en momentos puntuales.

Los tres tipos de síncopes son las lipotimias, que especialmente afectan a mujeres jóvenes y sin enfermedades cardíacas, que sufren una bajada de tensión; los síncopes cardíacos, que son alteraciones del ritmo, ya sea un bloqueo o una taquicardia, y el síncope de hipotensión, que afecta a gente mayor que toma muchos medicamentos para la hipertensión.

Pese a que no deja secuelas, el doctor Ángel Moya, cardiólogo de la unidad de Arritmias del Vall d’Hebrón, destacó que es importante encontrar las causas del síncope, puesto que puede tratarse del primer episodio de un problema cardíaco o de una enfermedad grave, o incluso de la primera manifestación de una posible muerte súbita en el futuro.