Esa es la estimación que ha hecho el centro de estudios Instituto Nacional de Investigación Económica y Social
El producto interior bruto (PIB) británico se reduciría en 80.000 millones de libras (92.880 millones de euros), equivalente a un 3,1 %, en la próxima década en el caso de que el Reino Unido y la Unión Europea establezcan una unión aduanera tras el "brexit".
Esa es la estimación que ha hecho el centro de estudios Instituto Nacional de Investigación Económica y Social (NIESR, por sus siglas inglés) en el primer informe que analiza el impacto económico de ese escenario en comparación con que el país permaneciera en el bloque comunitario.
La campaña a favor de un segundo referéndum del "brexit" People's Vote (Voto popular) presentó este jueves dicho análisis en Londres, en el que pronostica que el PIB "per capita" disminuiría en 800 libras (928 euros) en diez años.
El informe agrega que los ingresos fiscales se verían acortados en alrededor de 26.000 millones de libras (30.188 millones de euros), lo que haría que el dinero disponible para gastar en servicios públicos bajaría en 13.000 millones de libras (15.087 millones de euros).
Arno Hantzsche, uno de los autores del análisis, explicó hoy en la presentación que para calcular sus estimaciones han utilizado el NiGEM, un modelo informático que simula proyecciones macroeconómicas y que emplean ministerios de economía y bancos centrales de todo el mundo.
Con todo, matizó que sigue existiendo "mucha incertidumbre" sobre el impacto económico del "brexit".
"Estas estimaciones representan nuestra evaluada visión sobre los efectos, pero la magnitud precisa es incierta", puntualizó el experto.
Por otra parte, People's Vote divulgó hoy también una encuesta que revela que esa hipotética unión aduanera sería impopular entre los británicos y que un 49 % querría, en todo caso, que esa opción pudiera votarse en un segundo referéndum.
El Partido Laborista de Jeremy Corbyn defiende establecer esa relación con la Unión Europea una vez consumado el divorcio, una opción que, sin embargo, rechaza el sector más euroescéptico de los conservadores.
Esa facción de los "tories" cree que ese arreglo limitaría la capacidad de Londres para cerrar acuerdos de libre comercio con países terceros, como Estados Unidos.
Gobierno y oposición se encuentran inmersos en conversaciones sobre cómo desbloquear la parálisis del "brexit", después de que el acuerdo de salida haya sido rechazado en tres ocasiones en el Parlamento.
Todo indica que los laboristas insisten en su posición de establecer esa unión con los Veintisiete, mientras que dentro de las filas del partido del Gobierno hay reticencia, al tiempo que ambas formaciones reciben presiones para no hacer concesiones a los otros.
Una unión aduanera es un grupo de países que han decidido abolir las tarifas sobre las importaciones y las cuotas de productos en las transacciones comerciales entre ellos.
Los miembros mantienen unas tarifas externas comunes, por lo que las mercancías que provienen del exterior del área comercial pagan siempre los mismos aranceles, con independencia del país a través del cual hayan entrado al territorio que cubre la unión aduanera.
Según afirmó este jueves el conservador y miembro de People's Vote Sam Gyimah, "forzar un acuerdo que incluya una unión aduanera podría satisfacer a muy poca gente" y dejaría al Reino Unido "sin voz y sin veto" respecto a la UE.
"Una unión aduanera haría poco por nuestro comercio y nuestra economía", sentenció Gyimah, quien defiende que el pueblo británico vuelva a las urnas.
En respuesta a los que sostienen que un segundo plebiscito dañaría la democracia británica, entre los que se encuentra la primera ministra, Theresa May, Gyimah argumentó que "más democracia no puede ser antidemocrático".
Una opinión que comparte con la ex "tory" Sarah Wollaston, quien abandonó la formación conservadora el pasado mes de febrero por discrepancias con la gestión gubernamental del "brexit" para unirse al nuevo partido Change UK.
"Es el momento de volver a la gente y preguntarle qué es lo que quiere", concluyó Wollaston.
Por el momento, a falta de avances concretos en la ruptura con la UE, que tiene como fecha límite el 31 de octubre, el Reino Unido concurrirá el próximo 23 de mayo a las elecciones al Parlamento Europeo, tal y como confirmó esta semana el Ejecutivo.