La Universidad de Oxford ha anunciado este sábado que retoma los ensayos de la fase 3 de su vacuna contra el coronavirus que causa la COVID-19 y que desarrolla en colaboración con la farmacéutica AstraZeneca después de que se paralizaran los ensayos debido a que uno de los voluntarios había desarrollado una mielitis transversa.
"A nivel mundial unos 18.000 individuos han sido inoculados con vacunas experimentales dentro del programa de pruebas", ha apuntado la universidad en un comunicado.
"En programas tan amplios como este es habitual que algunos de los participantes se encuentren mal. Cada caso debe ser cuidadosamente evaluado para garantizar una evaluación cuidadosa de la seguridad", explica el texto, que sin embargo no concreta el día de reanudación de las pruebas.
AstraZeneca anunció el pasado martes que había decidido pausar el ensayo de la vacuna que desarrolla contra la COVID-19 debido a la aparición de "una enfermedad potencialmente inexplicable" en uno de los participantes del mismo, un movimiento que la compañía ha descrito como "rutinario".
"Como parte de los ensayos globales controlados y aleatorizados en curso de la vacuna contra el coronavirus de Óxford, nuestro proceso de revisión estándar ha pausado la vacunación para permitir la revisión de los datos de seguridad", indicó la compañía en un comunicado.
"Es una acción rutinaria que tiene que hacerse siempre que haya una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos, asegurando que mantengamos la integridad" de los mismos, añadió AstraZeneca.
AstraZeneca tiene ya contratos suscritos con Reino Unido, Estados Unidos y con la UE para el suministro de dosis de su vacuna una vez concluya la fase de pruebas. En concreto, la UE ha firmado para comprar 400 dosis de la vacuna, cuando la UE a 27 cuenta con unos 450 millones de habitantes.