Estos días están siendo intensos para nuestro protagonista, que pasa horas y horas en el recinto ferial donde todo se pone a punto para la celebración de la Feria. Gabriel Pardo ejerce de presidente de la Asociación de Peñas de Ronda ante la que va a ser su segunda Feria. Este año, el principal objetivo del colectivo ha sido reorganizar a la juventud en el recinto, haciéndola participar directamente de las peñas al quedar eliminada la Caseta de la Juventud. En año año en que las peñas gastarán el doble de dinero en la Feria que el mismísimo Ayuntamiento, no cabe duda del papel que juega este colectivo ante la celebración de la Feria de Pedro Romero.
¿Cómo definiría el papel de las peñas en la Feria de Ronda?
—Dan vida a la Feria. Porque al margen de todas las actividades que se organizan a lo lago de esta semana, la imagen de la Feria, su recinto ferial, lo sostienen las peñas y sus actividades. Hemos tomado además las riendas del montaje en el recinto.
Han tenido que dar un paso al frente dada la situación…
—La crisis ha marcado o acentuado el papel de las peñas y, de hecho, tras conocer las cifras del presupuesto del Ayuntamiento para las fiestas, podemos decir que el esfuerzo de las peñas es gigante, pues casi duplicamos ese presupuesto del Ayuntamiento de en torno a 100.000 euros que se ha hecho público en los medios. Aún así, hacemos lo que debemos, y para eso tenemos una relación extraordinaria con la Brigada de Obras, que está siempre dispuesta a lo que necesitamos.
¿Sienten que se han puesto al frente de la Feria?
—La dificultad agudiza el ingenio. Tenemos un desafío por delante, y eso lo hemos entendido las peñas, que hemos tomado el momento con mucha responsabilidad, pues entendemos que la imagen de Ronda está en el recinto, lo que nos obliga a preparar muy bien las casetas.
Y no se han quejado ustedes, y han mostrado un talante dialogador con el Ayuntamiento, dado que otras veces ha habido sonoras polémicas con el Ayuntamiento. Ahora han preferido darse de la mano…
—Opino que estamos obligados a entendernos, porque si nos entendemos perdemos menos tiempo y menos energía, y empleamos ese tiempo y esa energía en lo verdaderamente necesario. Con Vicente Becerra se trabaja muy bien.
¿Cuántas casetas habrá este año?
—Serán 23, el cupo máximo en el recinto al haber algunas dobles. Bien es cierto que hay 32 peñas en la Asociación.
Y destacan ciertos cambios, porque han querido transformar el recinto, especialmente en lo que al papel de los jóvenes se refiere…
—Los jóvenes deben tener su sitio, pero incorporados como peñas. Años anteriores estaba la Caseta de la Juventud, donde estaban todos juntos, y eso generaba algunos inconvenientes. Así que uno de los objetivos este año era incorporarlos a las casetas, para que formasen grupos. Bien es cierto que faltan normas y muchas cosas por hacer, pero éste es un principio y vale la pena arriesgar.
Sí hay algunos acuerdos, en todo caso, en relación a la música…
—Ha habido reuniones, y en la última se decidió, con el pleno apoyo de todas las casetas, que haya música unificada hasta la una y media de la mañana. Será música de Feria, sevillanas, rumbas, flamenquito o pop español. Y las luces serán también de feria. Y todo porque la Feria es tradición, y si no respetamos las tradiciones y las formas, se pierde su sentido original.
¿Creen haber logrado el objetivo de llevar a la gente al recinto?
—No es que queramos llevar a la gente al recinto, sino que la gente se lleve la mejor imagen posible de la Feria de Ronda, y creemos que esa imagen está en el recinto, donde se mantienen las formas y lo tradicional de una fiesta.
¿Qué le parece la Feria del Centro?
—Yo creo que la Feria del Centro es algo que probablemente tenga que adaptarse. Hay que respetar a los negocios del centro, pero hay que dar vida al recinto ferial.
Hablando de negocios, quieren ustedes que los abastecedores de las casetas sean de Ronda…
—Sabemos que si la gente es de aquí, la riqueza se genera aquí y aquí se queda el dinero y también el trabajo, porque el personal que trabaja es de aquí. Eso es lo que queremos.
Hace un par de semanas, entregaron sus tradicionales premios en la gala anual de las peñas...
—Este año hemos reconocido al Hotel Catalonia Reina Victoria, por su implicación con la goyesca y por ser un emblema en Ronda, independientemente de que esté Catalonia o no, si bien es cierto que es magnífico que una empresa importante coja ese testigo. En el apartado de medios de comunicación, hemos reconocido a vuestro compañero Victoriano Borrego, por su trabajo incansable con la feria; y en el apartado de instituciones, se ha reconocido al Consorcio de Bomberos, de esas personas o colectivos que están siempre aunque no siempre se les vea. El escudo de oro fue para un peñista ilustre, Jaime Aranda, a quien todos reconocen sus méritos.
En los 40 años del Catite, usted ha querido felicitarles además públicamente…
—Gente joven fue capaz de levantar la bandera que crearon sus padres hace 40 años, eso hay que reconocerlo. Es magnífico, y hay que reconocer a quienes fueron capaces de coger ese testigo, renovándolo aunque manteniendo la tradición. El trabajo de Curro y, antes, de su hermano, ha sido magnífico.