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Sábado 30/11/2024
 
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Sevilla

Aristu: “Que dejen de negarse los empresarios porque se lo están llevando calentito”

secretario general de CCOO Sevilla, Carlos Aristu, cree que va a haber tasa turística en Sevilla y recuerda que el sector empresarial la respaldó hace un año

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  • Carlos Aristu, durante la entrevista. -
  • Empresarios como el de Sofitec “no tienen cabida en un país como el nuestro a día de hoy”
  • La reclamación de unos salarios decentes centrará la prioridad del Primero de Mayo
  • Los candidatos de CCOO están consiguiendo “más fidelidad” con los votos de sus compañeros

El secretario general de CCOO en Sevilla, Carlos Aristu, se ha mostrado convencido de que habrá tasa turística en Sevilla una vez que el Gobierno municipal ha modificado su posición al respecto y ha reclamado al sector empresarial que “deje de negarse porque se lo están llevando calentito en los últimos años”. A la patronal también le ha pedido “más responsabilidad” frente a la siniestralidad laboral y ha considerado que empresarios como los de Sofitec “no tienen cabida en un país como el nuestro”.

Nos negamos a asumir que la sanidad tiene que ser un negocio privado

Aristu, en una entrevista en Las Siete de 7TV, ha recordado que su sindicato lleva reclamando 15 años la tasa turística y se ha mostrado convencido de que la “va a haber” en la ciudad, una vez que “ha habido una transición” en la postura del actual Gobierno y a pesar de la “resistencia” del sector empresarial, a pesar de que hace un año, con Antonio Muñoz de alcalde, “dieron su consenso para que la hubiera”.

“Que dejen de negase porque se lo han están llevando calentito en los últimos años, que hay millones de visitantes más que hace diez años, que lo único que tienen que hacer es poner el datáfono y darle al euro o a los tres euros cada día, que eso no tiene complicación ninguna”, les ha espetado Aristu, que ha vuelto a defender que “no es un elemento que reste competitividad como destino” y que, igual que los sevillanos pagan con sus impuestos la limpieza o seguridad del casco histórico, “los turistas tienen que contribuir a pagar esos servicios públicos de los que disfrutan en mejor disposición que los sevillanos y sevillanas, para eso tiene que servir también la tasa turística, además de para más promoción”.

 

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Aristu ha reconocido la tendencia positiva en los datos de empleo, gracias a políticas aplicadas de acuerdo con los agentes sociales y en ocasiones de las organizaciones empresariales, que han dado más estabilidad y, especialmente a los jóvenes, “expectativas, horizontes de vida”, pero ha apuntado dos déficit, la “inaplicación todavía generalizada por parte de muchos empresarios de la propia normativa, de lo que es obligatorio”, y la estructura productiva.

“Sevilla es una provincia cada vez más tercializada, es decir, cada vez dependemos más de servicios y perdemos peso industrial y eso genera que haya menos estabilidad, porque son sectores estacionales, y los salarios no son igual aquí que en otros territorios. Reclamamos al Gobierno central, a la Junta de Andalucía, que inviertan en políticas industriales que hacen falta en provincias como la nuestra”, apuntaba.

Siniestralidad y responsabilidad

En cuanto a las condiciones laborales, Aristu ha puesto el foco en la siniestralidad laboral y con nombres. Ha recordado a Faustino, el trabajador fallecido en Sofitec, la empresa de Carmona en la que apenas llevaba dos meses trabajando “sin haber recibido la formación necesaria para manipular una maquinaria que al final le costó la vida y a continuación, prácticamente se limpió la sangre y se siguió trabajando con normalidad. Este tipo de empresarios no tienen cabida en un país como el nuestro a día de hoy”.

Para el representante sindical, “cada muerte en el trabajo conlleva un fallo en el sistema preventivo”, por falta de formación o ausencia de equipos de proyección. “Hace falta cultura preventiva en general pero hace falta responsabilidad en los empresarios. Esto va de que los inspectores acudan a vigilar el cumplimiento de la ley pero, sobre todo, va de que los empresarios no jueguen con la vida de sus trabajadores, ya que “cada doce días muere un hombre o una mujer trabajando en la provincia de Sevilla”.

También le ha puesto nombre a la incidencia que tienen los golpes de calor, más ahora con el cambio climático, que cada vez hace que las temperaturas sean más altas y en periodos más largos, afectando cada vez a más sectores que trabajan al aire libre. Aristu recordaba a Rafael, un trabajador de Arahal que falleció reasfaltando una carretera en una empresa que incumplía la jornada intensiva del sector de la construcción. “Acabó falleciendo delante de sus compañeros y está todavía pendiente de juicio”.

“Esto cuesta vidas”, decía Aristu, recordando que aunque el sindicato informe y explique, hay que reclamar a los empresarios “que sean responsables con su principal valor, que son los hombres y mujeres que hacen posible que sus negocios salgan adelante”, aunque también reclamaba a la Inspección de Trabajo que actúe, no sin reconocer que sus recursos son limitados porque en Sevilla “hay un inspector por cada 30.000 trabajadores”.

Sindicalismo y referente

Por otro lado, y ante el próximo Primero de Mayo, ha considerado que es una “cita histórica” que les da la oportunidad de reencontrar las muchas maneras que hay de ser trabajador en el mundo actual y que el reto de los sindicatos está en “saber integrar a todas esas maneras de sentirse trabajador y que allí encuentren su espacio común, nos reconozcamos y reclamemos lo que es de todos”.

A pesar de los buenos datos, sigue habiendo un “problema de poder adquisitivo, se están repartiendo dividendos empresariales, récord histórico, cuando más necesita la gente para acceder a bienes básicos y no le llegan los salarios” y “la gente que lo dio todo durante la pandemia y que demostraron que eran fundamentales, hoy no llega a fin de mes. Vamos a reclamar salarios decentes como una de las prioridades en este Primero de Mayo”.

De hecho, Aristu se mostró “muy satisfecho” por el hecho de que su sindicato sea el de mayor representatividad, lo que implica que “seguimos siendo la referencia más útil para la gente trabajadora. El sindicato está tratando de adaptarse, de ser un sindicato moderno, sin perder nuestra esencia”, algo que se traduce en esos resultados sindicales.

Pero ha incidido en un hecho que “no es conocido”, ya que “hay elecciones sindicales cada día” y en ellas se elige “a gente que trabaja codo con codo con ellos cada día”, votándose al compañero que “da la cara” para “una labor ingrata como es discutir con el de recursos humanos o el dueño de la empresa”.

“Pues los candidatos y candidatas de CCOO son los que están consiguiendo más fidelidad  en los votos de sus compañeros. Esto es el sindicato de verdad, el que cada día hacen estos hombres y mujeres, y tenemos CCOO para rato”, decía.

Sanidad: “Nos negamos a asumir que tiene que ser un negocio privado”

CCOO es parte activa de las reivindicaciones de Marea Blanca y Carlos Aristu lo tiene muy claro: “Nos negamos a asumir que esto tiene que ser un negocio privado”, aseguraba tajante al contraponer la forma en la que ha canalizado la Junta el deterioro de la sanidad pública, como un negocio privado que asume que la necesidad del paciente “debe canalizarse a través de un seguro privado, que hace que unos puedan y otros no”, con casos como el del exviceconsejero de Salud que termina trabajando en una de las empresas de ese entramado sanitario, y el derecho a una sanidad pública, que es “un derecho conquistado”.

Para Aristu, en la sanidad pública hay que invertir y hay que cuidar a los profesionales para que no tengan que marcharse fuera, conectando el deterioro de los servicios con el incremento de las agresiones a los sanitarios de la sanidad pública. “Ellos no son los responsables, están sufriendo esta política de recortes”, aseguraban, apuntando que saldrán a la calle “cuantas veces haga falta para decirle al Gobierno de Moreno Bonilla que nuestro derecho no está en cuestión y que hay que invertir en un bien de primera necesidad”.

El secretario general de CCOO Sevilla ha reclamado al Gobierno andaluz que “sitúe la sanidad pública en el centro de las prioridades”, apuntando que Andalucía es la comunidad que menos invierte por habitante en sanidad pública, reclamando que priorice “el derecho a la salud, que esto cuesta vidas cada día y que, por supuesto, cuide a las personas que durante la pandemia salvaron vidas”.

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