El duelo que enfrenta al Sevilla con Las Palmas es una auténtica final para evitar el descenso a Segunda División. Así de simple, el conjunto que pierda verá sus posibilidades de permanencia muy comprometidas.

Una tesitura a la que se ha llegado tras firmar dos puntos de doce posibles desde que llegase Joaquín Caparrós. Datos que reflejan que la solución para el mal juego del equipo no pasaba por la llegada del técnico utrerano.

Otra mala decisión cosechada por los actuales dirigentes del club que ven cada día como su afición no aguanta más, llegando a límites como el asalto a la Ciudad Deportiva del pasado sábado. El riesgo para los miembros del Consejo de Administración ha llegado hasta tal punto que desde los organismos competentes se les ha recomendado que no hagan vida pública. De hecho, según ha podido saber este medio, las amenazas les llegan a través de todo tipo de medios, ya sea por llamada, correos electrónicos o redes sociales.

Situación insostenible que obliga a toda la planta noble sevillista a rezar todas las oraciones que se sepan para que el resultado de mañana sea favorable, ya que la clasificación está muy apretada.

Así pues, los blanquirrojos cuentan con 38 puntos en la tabla, a cuatro del Leganés, que marca la zona de descenso, y a seis de los canarios.

Por parte de Las Palmas, Diego Martínez  no podrá contar con Fábio Silva, máximo goleador de los amarillos con diez tantos.

En el apartado local, Sambi Lokonga y Sow vuelven a estar disponibles, al igual que Kike Salas, pese a que el canterano no estuviese presente en la sesión de hoy por gestión de cargas.