La
delegada especial de la Zona Franca de Sevilla,
Carmen Tovar, ha confirmado que
La Rinconada y Dos Hermanas son los dos términos municipales en los que estudian
ampliar sus espacios, en terrenos estatales y productivos, una vez que se agote el espacio actual, que tiene
20 de sus 125 hectáreas reservadas al proyecto de
hidrógeno verde de Armonia Green, con 1.800 millones de inversión.
Tovar, durante una entrevista en
Las Siete de 7TV, confirmó que el objetivo de la Zona Franca es
agotar las posibilidades actuales del espacio en el recinto portuario, que abarca
Torrecuéllar y los
antiguos Astilleros, y “
crecer fuera, mis ojos están puestos en
La Rinconada y en Dos Hermanas”, que están al otro margen del río, así cualquier
suelo del área metropolitana que sea público, industrial o productivo, de titularidad estatal y “recuperables”.
“
No se acaba Zona Franca en el espacio de los servicios portuarios donde se predeterminó en un principio, Zona Franca es
mucho más que ese espacio”, explicaba Tovar, que concretaba que de las
125 hectáreas actuales, “prácticamente están
ocupadas entre los dos polígonos” (Torrecuéllar, el inicial, y el de los antiguos Astilleros, la ampliación de 2019) y sólo
quedan 15 hectáreas sin ordenar. Eso sí, hay
20 reservadas para la ampliación de una empresa (que por confidencialidad no quiso desvelar) y
otras 20 para una industria de
hidrógeno verde.
Ese proyecto es el de
Armonia Green, presentado en la época de su predecesor, Alfredo Sánchez Monteseirín, que dejó el cargo por motivos de salud. “Son cifras extraordinarias,
pretende fabricar 153.000 toneladas de hidrógeno verde”, con una
inversión de 1.800 millones y 1.200 empleos, decía Tovar, que reconocía la dificultad de su puesta en marcha por el
consumo de electricidad y de agua, con la posibilidad de que
su desarrollo en fases.
Para la primera fase,
Tovar entiende que podrían usar la subestación existente y no esperar a la construcción de la subestación Guadaíra, y aunque el proyecto tiene “todas las bendiciones” de las administraciones,
aun debe autorizarse la planificación energética, que “está en el horno”. “El interés es el mismo y el punto de madurez ha crecido”, indicaba Carmen Tovar, que aseguraba que una vez conocido que
Alemania será el principal cliente de ese hidrógeno, “que vengan a Sevilla”.
Además, destacaba el interés de
otros proyectos menores vinculados a la producción de hidrógeno verde, relacionados con el
transporte de energía y de la modificación de los sistemas productivos, un ámbito para el que ya se están trazando alianzas. “Una cadena de intenciones en la que sólo falta que quien ve desde arribas los nodos, sepa dónde mejor ponerlos”.
Tovar asegura que está
cerrando la etapa de “firma de intenciones”, entre ellas con Cámara de Comercio, Sevilla City One, ProSevilla Port o la Universidad Pablo de Olavide, para entrar
de lleno “en la gestión y la acción”, momento en el que entiende que la Autoridad Portuaria de Sevilla la verá ahora como “una
compañera de viaje bastante recomendable”, por ser ventanilla única ante los ministerios e ir de la mano de los ministerios.
“Progresa adecuadamente”, decía para calificar la relación entre la Zona Franca y el Puerto, achacándolo al “parón” que sufrió la entidad tras la enfermedad de Monteseirín, aunque apuntó que ahora que “
hay recursos, hay impulso y hay una apuesta decidida desde el Ministerio”, la APS entenderá que “por encima de todo está Sevilla, el bien común y el interés general”.
Del
legado de Monteseirín, además de la ampliación a Astilleros, destaca el
Plan Estratégico, que ahora
perfilará para actualizarlo pero que ya incluye
obras por valor de 3 millones (parte de la financiación de la Zona Franca procede de la tributación de las empresas del espacio, que deben reinvertirse) y la
conexión ferroviaria, retrasada por las modificaciones del proyecto (que pasó de 19 a 45 millones) pero que entiende que
se puede acudir a fondos europeos, un proyecto en el que también quiere estar presente Tovar.
Además se incluye un
aspecto patrimonial, como es la
recuperación de la Torre del Reloj (cuya hora sigue fijada en las seis menos diez) y la
Casa del Director en los antiguos Astilleros, que le gustaría recuperar como
centro de empresas, donde quiere convencerlas de que los beneficios fiscales son “absolutamente recomendables” y que se transformen en operadoras de la Zona Franca, como recomienda Aduanas.