El
Ayuntamiento de Sevilla ha puesto en marcha un
sistema de videovigilancia en los carriles bus-taxi con el objetivo de mejorar la velocidad del transporte público en la ciudad. El proyecto, que contempla la
instalación de once cámaras de control de accesos a estos carriles preferentes, cuenta con un
presupuesto de 105.279,27 euros.
En estos momentos, las cámaras se encuentran en fase de
configuración de lectores de matrículas, conectados a los
servidores municipales de control de tráfico. Su puesta en funcionamiento está prevista para el
1 de julio, según ha informado el Consistorio.
Las cámaras estarán ubicadas en puntos estratégicos como el
Paseo Colón (esquinas Dos de Mayo y Antonia Díaz),
Arjona con Plaza de La Legión,
Ronda Capuchinos con Carretera de Carmona,
Recaredo con San Alonso de Orozco,
Plaza Doña María de las Mercedes,
Resolana con Feria,
Enramadilla con Avión Cuatro Vientos,
Torneo con Narciso Bonaplata y Baños, y en el
Puente del Cachorro con Plaza de Armas.
Con esta medida, el Ayuntamiento pretende
priorizar el transporte público frente al vehículo privado, favoreciendo la
reducción de retenciones, la mejora de la puntualidad y el aumento de la capacidad de transporte, lo que repercute en
menores tiempos de viaje.
Actualmente, Sevilla dispone de una
red de 46,9 kilómetros de carriles reservados para autobuses, taxis, motocicletas y vehículos eléctricos. Más del
85% de esta red carece de separadores físicos, por lo que su
única delimitación es la señalización horizontal y vertical.
“
Para que estos carriles funcionen correctamente es fundamental la vigilancia y cumplimiento de la normativa”, señala el Ayuntamiento, siguiendo el ejemplo de ciudades como
Barcelona, Valencia, Granada o Madrid.
Además de los servicios de
Tussam y taxi, estos carriles también están autorizados para
autobuses regulares y discrecionales,
transporte escolar y
vehículos de transporte especial con pasajeros, regulados todos por la
Ordenanza Municipal de Circulación.