El gobierno saliente de la ciudad, que presidió Juan Ignacio Zoido, habría dejado una deuda viva consolidada a fecha 10 de junio de 2015 (entre la del Ayuntamiento y la de Tussam y Lipasam) de 502 millones de euros en números redondos, según un escueto y genérico cuadro estadístico entregado por Asunción Fley al equipo del nuevo alcalde, Juan Espadas.
La anterior corporación estima que durante sus cuatro años ha dejado la deuda municipal, toda a largo plazo, en 479.356.843,62 euros.
A esta cifra le suma las deudas de las empresas municipales Tussam y Lipasam, que ascienden a 16.497.063 euros (de los que 136.049 son a corto plazo) y 6.101.934,28 euros, respectivamente, hasta un total de 22.598.997,28 euros.
La adición de la deuda del Ayuntamiento y la de Tussam y Lipasam arroja un total para toda la corporación municipal de 501.955.840,90 euros.
Teóricamente, en esta cantidad estarían incluidos los dineros a devolver por el exceso de transferencias realizadas por el Estado (la PIE) en los ejercicios de 2008 (14,3 millones) y de 2009 (58,6 millones), algo más de 73 millones de euros. La devolución se ha ido aplazando año tras año, mediante maniobras dilatorias ante Hacienda, tanto por Monteseirín como por Zoido, por lo que deberá ser Espadas el que acabe respondiendo por esta deuda.
El mandato anterior
El balance económico del gobierno de Zoido es todavía provisional, pendiente de una revisión a fondo de las cuentas y de los criterios contables que haya aplicado Asunción Fley y que aplique su sucesor en la Delegación de Hacienda. A título de ejemplo, Emasesa no aparece en la estadística de los números rojos, cuando a principios de año PSOE e IU votaron en contra de un acuerdo para que dispusiera de una línea de crédito de hasta 200 millones de euros para refinanciar su deuda a largo plazo -de 185 millones- y afrontar una ampliación en 58,5 millones de su plan de obras.
Zoido declaró el 11 de mayo, dos semanas antes de las municipales, que encontró el Ayuntamiento con 790 millones de deuda (400 de deuda oculta) y que la había rebajado a 502 millones.
Punto de partida
El balance de su mandato y el alcance del saneamiento realizado depende de qué se contabilice como deuda y desde qué fecha. Si se toma como referencia el mes de enero de cada ejercicio, cuando suelen entrar en vigor los presupuestos municipales, a principios de 2011, todavía con Monteseirín como alcalde y medio año antes de la toma de posesión de Zoido, la deuda era de 405,7 millones, y la de las empresas municipales, de unos 128 millones. En total, 533,7 millones.
La situación que parece más realista es la de enero de 2012, ya con Zoido plenamente al mando y cuando afloran deudas como los 58,7 millones de Emvisesa por la encomienda de la ampliación de Fibes bajo el mandato de Monteseirín. A esa fecha, que podríamos considerar como la del arranque económico de Zoido en la Alcaldía, la deuda ascendía a 502,7 millones, y la de las empresas municipales (incluyendo 12,4 millones de Sevilla Global y 40.000 euros de la televisión municipal, ambas en disolución por entonces) era de 143,1 millones de euros.
En total, Zoido se habría encontrado con 645,9 millones de deuda, lejos de los 790 millones que ha pregonado, salvo que metiera en el mismo cómputo a Emasesa y Mercasevilla, que habitualmente se han quedado fuera de esta estadística.
Si tomamos como punto de arranque enero de 2012 y damos por bueno el estadillo dejado por Fley, Zoido habría saneado realmente casi 144 millones de euros de la deuda municipal (143.969.955 euros), a razón de 23.440.517 euros en el Ayuntamiento y de 120.529.438 euros en las empresas municipales.
El exalcalde procuró garantizarse la paz social en Tussam y Lipasam, a las que ha dedicado la mayoría de los recursos para tratar de poner a cero el contador de su deuda. Así, Tussam ha pasado de deber 53,5 millones en enero de 2012 a 16,4 millones en junio de 2015, y Lipasam, de 18,3 a 6,1 millones ahora.