Hace ahora justo un año, el
Ayuntamiento de Sevilla, a través de
Emvisesa, y la
Fundación Patronato de la Vivienda daban el primer paso de un ambicioso proyecto de
rehabilitación integral de la zona conocida como Nazaret, en el barrio de
Los Pajaritos. Ambas partes firmaron un convenio con el que se comprometían a buscar los fondos necesarios para lograr mejorar las condiciones de vida, tanto en las viviendas como en el entorno, de
1.592 hogares, repartidos entre
412 viviendas de titularidad municipal y 1.180, privadas.
Uno de los pasos que el Gobierno municipal esperaba es la
orden de las áreas de regeneración urbana. La
Consejería de Fomento de la Junta está ya en disposición de despejar el camino administrativo. En el mes de
septiembre,
saldrán las bases reguladoras y la orden con los criterios que deben cumplir los ayuntamientos andaluces que quieran concurrir a esta convocatoria de ayudas.
“
Será a principios de 2021 cuando firmemos los convenios con los ayuntamientos” cuyos proyectos logren pasar el corte técnico, de manera que sería ese mismo año cuando
empezarían las obras en Los Pajaritos. Y no sólo podría ser este barrio, ya que el Ayuntamiento de Sevilla también ha trabajado todos estos meses tanto en el proyecto de Los Pajaritos como en uno para
Alcosa. “Conocemos ambos proyectos y nos parecen muy interesantes”, apostilla la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, en declaraciones a este periódico.
“En un año complicado”, subraya Carazo, en alusión a los efectos de la pandemia en la gestión administrativa, la Consejería va a “desbloquear” una línea de trabajo “estratégica”.
El proyecto de rehabilitación integral de Los Pajaritos no consiste sólo en demoler bloques para construir unos nuevos. La intervención es completa y parte de un estudio de la zona y de su población concienzudo. Los vecinos de la zona de Nazaret son
personas mayores, dependientes, que viven en espacios pequeños y con muchos problemas de accesibilidad y movilidad. Emvisesa plantea una actuación en la que no sólo
se mejora el interior de las viviendas, sino también todo
el entorno, con equipamientos terciarios (locales comerciales para fomentar la economía de barrio),
espacios públicos y una construcción y diseño de barrio en los que la
eficiencia energética será una de las claves.