El barrio de Orriols está más cerca de decirle ‘adiós’ al conocido como ‘agujero de la vergüenza’. Hace 40 años que los vecinos de una de las zonas míticas de la ciudad de Valencia decidieron hacer un agujero para evitar dar un rodeo tremendo. 

El muro que separa las calles Agustín Lara y Baeza tuvo que ser atajado por los vecinos, cansados de no poder cruzar de una calle a otra sin tener que perder un tiempo exagerado. Desde entonces y con el paso de los años, el agujero de la vergüenza se ha convertido en un símbolo del abandono del barrio por parte de las instituciones.

Así al menos lo han ido denunciando asociaciones como Orriols en Lucha a través de las redes sociales. Además, los vecinos también han al alzado la voz en los últimos años ante el incremento de la delincuencia. 

Por suerte, parece que el fin del agujero de la vergüenza está más cerca. Así lo trasladó la vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez, en la explicación del proyecto de la supermanzana de Orriols. La peatonalización y reurbanización de hasta 8.700 metros cuadrados cambiará y mejorará la accesibilidad del barrio antes de diciembre de 2023. 

Pero despedirse del agujero de la vergüenza no será tan sencillo. Sandra Gómez aseguró que el proyecto para acabar con él ya está preparado, pero que no depende del consistorio. Y es que las casas ocupadas y que deben ser derribadas están retrasando su avance. Pese a que Servicios Sociales ya ha trasladado soluciones a unos ocupas que, de momento, las han rechazado.