La Junta de Gobierno Local que se celebra esta mañana ha hechooficial lo que ya era de sobra conocido por todos aquellos que tienen alguna vinculación con la política local, que todos los asesores municipales han causado baja en sus cargos, salvo cuatro, tres asesores propiamente dichos y José Manuel Jiménez, que figura en la nómina de asesores pero que en la actualidad es delegado no electo del Gobierno local.
La decisión, traumática donde las haya y de consecuencias aún imprevisibles en las frágiles relaciones del PSOE local, ha seguido un tortuoso proceso en el que el partido se ha impuesto sobre el criterio de mantener contra viento y marea una situación que ha estado haciendo mucho daño a la imagen del Gobierno y que, según opinan algunos dirigentes socialistas, al final tampoco va a servir para reconducir una caída en picado de la credibilidad del PSOE en la ciudad.
A partir de hoy dejan de asesorar al Gobierno, además de Juan Ramón Aramburu, adjunto al coordinador de Comunicación; de Francisco Benito, asesor de delegación y de Juan Carlos Jiménez, director del gabinete de Alcaldía, que ya no ejercían como tales, otras dieciocho personas.
Se trata de Sonia Arnáiz, Miguel Ángel Barragán, Manuel Becerra, Diego Bello, Antonio Bernal, José Luis Bouza, Luis Flor, Carmen Frontán, Francisco Gil, Julián Gutiérrez, Araceli Marcos, Lourdes Menacho, Juan Manuel Montes, Susana Padilla, Antonio Ramos, Antonia Reyes, José Luis Sánchez y Juan Jesús Toledo.
Permanecerán como asesores quienes lo han sido del grupo municipal socialista, es decir, Rosario Cano, Salvador León y Carmen Omist.
La decisión de acabar con este problema enquistado puede suponer un alivio para la presión política externa pero, sin duda, la agrupación socialista ha ido acumulando tanta presión en las últimas semanas que el descontento es generalizado, al no entenderse una medida que se podía haber tomado hace varios meses con un menor coste político que el actual. Además, son muchos los militantes socialistas que consideran que no se podía meter a todos los asesores en el mismo saco y que esta decisión, pretendiendo cortar por lo sano, deja en la estacada a personas que han trabajado y demostrado su valía a las que iguala con quienes ocuparon un cargo por simple reparto de cuotas de poder.
Así las cosas, la división interna, tanto en el grupo municipal como en el seno de la agrupación local del PSOE es, en estos momentos, de un calibre no vivido en los últimos años, ni siquiera -aseguran- cuando los socialistas de Jerez estuvieron repartidos en tres agrupaciones diferentes.
Alcaldesa sola
Pese a la profunda división interna, sí parece haber un punto en común, la sensación de una amplia mayoría de que las cosas no se han podido hacer peor en los últimos dos años y de que la alcaldesa se ha quedado sola frente a su partido, a la oposición y a los ciudadanos.
Su intento de no tocar a los asesores para sumar apoyos de cara a su reelección como candidata, una interpretación con la que desde dentro del partido algunas fuentes justifican su tardanza en actuar, ha sido un fracaso, frente al triunfo de quienes no quieren que repita, que están dosificando y seguirán haciéndolo sus planes para evidenciar su soledad.
A Pilar Sánchez, hoy por hoy, aseguran fuentes socialistas, sólo le queda algún delegado que se mantiene fiel a ella simplemente por principios morales de estar con quien le propuso ser concejal y le dio esa oportunidad, porque el resto se ha ido quedando en el camino, apartándose en la mayoría de los casos cuando no enfrentándose abiertamente.