Hasta no hace mucho era el más pequeño de la saga. Manuel Fernández (Sevilla, 1998) ya no es “el Carpetilla que salía en los fines de fiesta de los espectáculos de la familia”, ya es una figura del baile flamenco que continúa con la leyenda que empezó su abuelo Farruco. Ahora diseña y crea sus propios montajes desde “la disciplina y la profesionalidad, siendo consciente de que bailar es mi trabajo y es mi vida” y que por ello mantiene una “preparación física y mental que me lleve a poder defender propuestas de este nivel”.

El hermano de Farruquito ha pasado un verano intenso con actuaciones en distintos puntos de España y afronta un otoño con otras importantes citas como la de Jerez del próximo 30 de septiembre. Presentará en Sala Bambú ‘Así mismo’, un espectáculo en el que “recuerdo a grandes maestros, los que me han influido, momentos especiales que he vivido, bailar palos de siempre y traerlo todo a la actualidad”. Sobre todo, estará muy presente la improvisación que provocarán los artistas invitados, que son Mara Rey, Juanfran Carrasco, Lya, Makarines y Amara Rodes. “Están elegidos a conciencia y solo puedo asegurar que ni yo mismo soy capaz de saber qué va a pasar en el escenario”. En esa línea, el título de la obra está basado en eso precisamente, en dejarse llevar por la inspiración “que te da una fiesta de las que tenemos en cualquier sitio, que salen sin esperarlo, así mismo”.

De lo que no cabe duda es que El Carpeta es un digno sucesor de sus ancestros y por eso comenta que “ser Farruco te obliga a no tener ni un fallo, te abre las puertas del mundo entero y es un honor pertenecer a esta familia pero luego hay que demostrarlo”.

Y no es el pequeño de la casta bailaora porque el hijo de Farruquito, o sea, sobrino del protagonista de estas líneas, ya participa en las funciones del padre con una soltura impropia para esa edad. Hay, por tanto, continuidad. El Carpeta recuerda cuando con once años bailó en el Auditorio de Barcelona, siendo cabeza de cartel del espectáculo ‘Escuela de arte’, cuya puesta en escena se asemejaba a la de una clase de un colegio “con pupitres, jugábamos, teníamos un director que era mi hermano Juan y la maestra era la cantaora Encarna Anillo”. Ese niño fue acaparando focos y “aquí sigo, después de echarle muchas horas, mucho sudor, respetando a los artistas veteranos, a la profesión y por eso cada vez soy más cabezón y meticuloso para que todo salga bien. El mayor aprendizaje es saber que nunca se termina de aprender”.

Al igual que recuerda en esta visita a Jerez a “tantos de los que nos han marcado en esta tierra, venimos sabiendo que Jerez ha dado mucho al flamenco por lo que es algo especial. Nos preparamos al máximo porque así lo requiere el público de aquí, que siempre nos ha acogido y nos ha aceptado muy bien. A Jerez lo admiramos y respetamos”.

El bailaor muestra su entusiasmo por sus próximas paradas que lo llevarán a estar en Sevilla, Palma de Mallorca, Zaragoza, Almuñécar, Montpellier o Valencia. Siempre camina, así lo refiere otra vez, con el sello de su casa porque “aunque yo haya tenido el gusto de bailarle a Alejandro Sanz, David Bisbal, Daddy Yankee o Madonna, al final remato como lo haría mi abuelo. No podemos perder esa raíz aunque quisiéramos, no nos sale y eso lo admiran muchos. El 90% de los que bailan se acuerdan de nosotros”.

Las entradas para asistir a este evento pueden adquirirse en la web de entradium.com así como en la misma sala tanto días previos como antes del concierto, a un precio que oscila entre los 15 y 18 euros.