El Valencia Basket recibe este viernes al Armani Milán en busca de un triunfo que rompa su racha de tres derrotas seguidas en la Euroliga, que le permita escapar del equipo italiano en la clasificación y que mejore su posición en la lucha por las diez primeras posiciones.
Después de esos tropiezos ante el Panathinaikos, Zalgiris y Real Madrid, el equipo de Álex Mumbrú ha caído a la undécima posición, la primera que supone la eliminación al final de la fase regular, puesto que este año el séptimo se medirá al décimo y el octavo al noveno por las dos últimas plazas de cuartos de final, un cruce al que acceden directos los seis primeros.
Con un balance de diez triunfos y once victorias, el Valencia tiene solo una victoria menos que el Olympiacos, que es séptimo, pero también solo una más que el Milán y el Estrella Roja, duodécimo y décimo tercero respectivamente.
Una victoria valenciana le permitiría mantener al equipo italiano a dos partidos y beneficiarse del duelo en Belgrado entre el Baskonia, décimo con once ganados once partidos, y el equipo serbio.
El encuentro que ambos equipos disputaron en noviembre en Italia, que el Valencia afrontó con muchos problemas físicos en el puesto de base, fue uno de los peores del equipo esta campaña.
Incapaz de frenar a Nikola Mirotic, que será baja para este partido, su contundente derrota por 83-52 hace casi inviable que pueda recuperar el 'basket average' particular que decidiría qué equipo queda delante si los dos acabaran con el mismo balance.
El conjunto valenciano llega a esta cita tras haber esquivado la que hubiera sido su quinta derrota consecutiva entre la Euroliga y la acb este domingo en la Fonteta ante el Breogán.
Tras un inicio sin demasiada tensión y dos cuartos centrales muy flojos, estaba trece abajo a falta de nueve minutos y una defensa zonal ordenada por Álex Mumbrú cambió el choque, le permitió remontar y le ahorró una pitada de los suyos.
En las últimas tres semanas, el equipo valenciano ha perdido el control de los partidos que durante una etapa de la temporada le había dado su buena defensa y eso ha llevado a que sus rivales superen con relativa facilidad los ochenta puntos, un terreno en el que se mueve mucho peor y que le ha llevado a un balance de dos victorias en ocho partidos.
Tras el choque ante el equipo gallego, Mumbrú dijo que esperaba que tener cuatro días permitiera al equipo entrenarse y mejorar en varios aspectos del juego así como en la integración de los últimos fichajes, Justin Anderson y Kevin Pangos.
Este último se enfrentará si es convocado al equipo que dejó hace apenas unas semanas después de dos meses en los que estuvo apartado de la dinámica del grupo de Ettore Messina.
Con la recuperación de Víctor Claver, que estuvo ya en la convocatoria del choque ante el Breogán aunque no jugó, Mumbrú tiene a su disposición a los quince jugadores que conforman su actual plantilla tras las salidas de Guillem Ferrando y Martin Hermannsson y deberá hacer tres descartes.