El Palau de la Música de València acometerá las obras necesarias para subsanar las "deficiencias" detectadas en el edificio sin cerrar, sin afectar a la programación cultural y "minimizando" sus efectos en el público con el objetivo de que el auditorio quede "niquelado" entre finales del año 2026 y el 2027.
Así lo ha expuesto el director del auditorio municipal, Vicente Llimerá, en un encuentro con los medios para explicar la 'hoja de ruta' que se va a seguir a raíz de que la auditoría realizada en el Palau por los servicios municipales --anunciada por el equipo de gobierno de María José Catalá (PP) tras su llegada a la Alcaldía a inicios del pasado verano y tras detectar "goteras" y otras "deficiencias" en la instalación--, haya aflorado daños sin reparar por más de 6,4 millones de euros. También han estado presentes el concejal de Cultura y presidente del auditorio, José Luis Moreno, y la subdirectora de Música, Nieves Pascual.
Las actuaciones se irán realizando por fases mediante varias licitaciones y procedimientos administrativos y aprovechando los períodos vacacionales cuando sea necesario para que la actividad de la entidad cultural no se detenga.
Entre las más cuantiosas, cerca de 2 millones irán a eliminar las goteras, filtraciones e inundaciones del vestíbulo; y 725.000 euros para la climatización que presenta carencias, la restauración de los baños o la reparación de la plataforma del escenario de la sala principal.
"Lo más importante tras el análisis de la auditoría técnica, es actuar sobre los elementos más importantes, pero sobre todo evitar el cierre del Palau y de la programación que tenemos en marcha, sobre todo después del éxito tan grande tras la reapertura", ha aseverado Llimerá.
Así, ha detallado que se va a actuar sobre la entrada del vestíbulo del personal, "que se inunda cuando hay lluvias" y que la actual dirección ya he tenido que cerrar en tres ocasiones desde el pasado agosto. Asimismo, se va a mejorar la cubierta de cobre, que hay que impermeabilizar porque "a día de hoy sigue entrando agua y hay que eliminar esa posibilidad".
Igualmente, el plan de acción contempla "la estanqueidad de los fosos, de los ascensores y de la plataforma". Y, al mismo tiempo, ha continuado el director, "vamos a hacer otra serie de mejoras, como la gestión integral del sistema de gestión de instalaciones y algunas actuaciones puntuales sobre otros elementos, como la ampliación ocasional del escenario de la Sala Iturbi para proyectos grandes que en ocasiones hacemos".
Por último, se prevé la mejora del aislamiento acústico de la Iturbi y alguna intervención en la urbanización del entorno.
Para Vicente Llimerá, "lo más importante es que no se va a cerrar el Palau, que lo vamos a hacer por fases". Con esa premisa, se va a preparar este año un proyecto de obra --para poder ejecutarlo en 2025 y posiblemente en el 2026-- también sobre todas las filtraciones que tenemos de aguas en el edificio anexo de 2002, que se dedica a administración y de salas de ensayo.
Y en el edificio se va a intentar que "no interrumpa para nada la programación, si es necesario, ejecutando en dos años y, sobre todo, utilizar los periodos vacacionales para trabajar en las cosas más fuertes".
"Pero es cierto que, desgraciadamente, veremos otra vez obras en el Palau tras cuatro años de cierre", ha lamentado el director, que, no obstante, confía en que los espectadores sigan respondiendo como hasta el momento con llenos y 'sold out' a la oferta de la institución cultural.
Ha revelado que, el 3 de agosto, en cuanto accedió al cargo, se reunió con los arquitectos y con los servicios centrales para solicitar un informe técnico del estado actual del edificio y ellos le informaron de que "no se había actuado sobre todo el edificio y se habían percatado de que había muchos elementos que no se iban a poder actuar".
MANTENIMIENTO "AVISÓ"
Esas deficiencias, ha apuntado Llimerá, "se arrastraban desde hace tiempo y, de hecho, hay documentación, como vídeos y fotos". Además, desde mantenimiento se avisó de la existencia de filtraciones en 2022, ha apostillado.
El "problema" --ha remarcado-- es que "nunca estuvo en el plan de obras anterior: no se planteó ni se cuantificó". Y eso pese a que el auditorio estuvo cerrado cuatro años, pero se opto por centrarse las obras en las salas de conciertos tras la caída de parte del techo.
Si se hubieran tenido en cuenta en aquel momento las obras que ahora habrá que acometer "se habría abaratado el coste", ha asegurado Llimerá, que ha detallado que este año hay recursos suficientes para asumir lo previsto y que en 2025 se incluirá la dotación necesaria en el apartado de mantenimiento. En este punto, también ha incidido en que el Palau no tenía registrado un plan de autoprotección y seguridad previo.
Por su parte, el edil José Luis Moreno ha apuntado, sobre las palabras de su predecesora, Gloria Tello (Compromís), reivindicando la inversión económica que se hizo durante las dos anteriores legislaturas, que "un edificio recién inaugurado no necesita inversiones, lo raro seria no hacer inversiones en un edificio de 30 años".
"Pues solo faltaría que no se hicieran", ha exclamado, al tiempo que ha recalcado que una vez se culmine esa nueva actuación entre 2026 y 2027 el gasto que habrá que hacer en el edificio será "mínimo" porque quedará en perfectas condiciones "para una buena temporada".