El abogado uruguayo y testaferro confeso de Eduardo Zaplana, Fernando Belhot, ha continuado declarando este jueves como testigo en el juicio por el caso Erial y ha reiterado que el expresident de la Generalitat y exministro le confesó, unos meses después de haberse conocido, que él era el verdadero titular de los fondos en el extranjero cuya gestión le encargó.

En sus respuestas a los abogados defensores, Belhot ha insistido: "Quien tenia poder de decisión y quien tomaba la iniciativa en las reuniones era Zaplana. Inicialmente me dijo que (Joaquín) Barceló era el propietario del dinero, hasta que un día me confesó que él era el titular de los activos en el exterior y que (Francisco) Grau y Barceló tenían una participación minoritaria en los activos inmobiliarios en España".

"Eso fue en el transcurso de unos meses, un año a lo sumo", ha señalado este administrador uruguayo, quien ha situado a Grau como el arquitecto del entramado financiero anterior a su intervención.

La defensa de Grau le ha preguntado si no era él (Belhot) quien se identificaba como verdadero titular de las empresas y cuentas en el extranjero que atribuye a Zaplana, a lo que ha respondido que sí, pero como administrador fiduciario. "No conozco ningún caso en el que se indique que uno es titular fiduciario. Siempre se actúa como titular real", ha añadido.

Sobre los fondos en efectivo que hizo llegar durante años a Zaplana en España ha vuelto a explicar, este jueves a preguntas de la secretaria personal de Zaplana, Mitsuoko Hernández, que "en el 95 % de los casos se le dio al cambista el teléfono y el nombre de Mitsuoko, persona de absoluta confianza de Zaplana".

"El lugar lo pactaba el cambista con Mitsuoko, podía ser en un bar o en un hotel... lo acordaban ellos. No tengo duda de que era ella, porque era la secretaria de Zaplana y su persona de confianza. El cambista me confirmaba que lo había entregado", ha relatado.

Según Belhot, "es posible que en algún caso se le pasara al cambista el nombre de otra persona, pudo haber sido el chófer, porque normalmente Mitsuoko no iría a recoger una suma importante caminando, la llevaría alguien, y por eso creo que pudo ser el chófer, pero no lo puedo afirmar".

Ha reiterado, asimismo, que "nunca" alcanzó un acuerdo con la UCO para no ser investigado en esta causa.

También han seguido declarando este jueves los tres agentes de la UCO que dirigieron esta investigación, quienes a preguntas de las defensas han explicado que, tras hallar 50.000 euros en efectivo en el despacho de Zaplana, investigaron sus cuentas y no hallaron una retirada de efectivo similar sino "tres o cuatro años antes".

Igualmente, han explicado que, pese a que tenía en su poder documentos relacionados con embarcaciones de recreo, nunca salió de sus cuentas bancarias dinero alguno para el alquiler o mantenimiento de las mismas.

Preguntados por la intervención directa que pudo tener el expresident en el proceso de privatización de las estaciones valencianas de ITV (y posteriormente de los parques eólicos), estos agentes han señalado que "ni Zaplana ni (el también expresident de la Generalitat José Luis) Olivas participaron, por su posición, directamente en la tramitación de los expedientes, pero se reunieron con los adjudicatarios de las concesiones o con quienes dirigieron el proceso".

Sobre la titularidad real de los inmuebles adquiridos en Madrid, los investigadores han indicado al tribunal que el arquitecto que intervino en el desarrollo de La Finca adquirido por la empresa Costera del Glorio les dijo que "el inmueble era de Zaplana y que lo adquiría a través de un amigo suyo de Alicante, al que calificó de testaferro".

Con las plusvalías obtenidas tras la venta de ese inmueble de La Finca, la misma empresa adquirió un piso en la calle Núñez de Balboa de Madrid que fue habitado por Zaplana.

"En su agenda (la de Zaplana) deja constancia de cuando va a ver la vivienda con Elvira Suanzes, cuando compra enseres, televisores o muebles. Incluso la señora de la limpieza también fue contratada por Zaplana", han agregado.