César y Jorge, agentes de la Policía Nacional en Valencia, vivieron una tarde que jamás olvidarán.
La patrulla recibió un aviso por robo en una vivienda y al llegar allí, según cuentan los mismos agentes,
encontraron a la víctima al borde de un ataque de nervios.
Se trataba de una octogenaria que, tal y como describen ambos policías, prácticamente no se tenía en pie. Fue entonces cuando César decidió lanzarse a tocar el piano que tenía la señora en casa.
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Estaba pendiente de que me saliera bien”, cuenta visiblemente emocionado el agente de Policía. Sus dedos interpretaron la banda sonora de Amélie. Al instante, la mujer comenzó a sentirse mejor y a llorar de la emoción.
Para agradecerle el gesto, escribió una poesía que César guardará por siempre, así como el emotivo abrazo que se dieron ambos al despedirse.