El técnico Javi Calleja regresa este domingo al frente del Real Oviedo al Ciutat de València, de donde salió despedido y por la puerta de atrás hace ocho meses tras una compleja etapa al frente del Levante que estuvo marcada por la cruel derrota en la final de la promoción de ascenso a Primera del curso 2022-23.
Calleja volverá, sin duda, con cierto ánimo de revancha tras ser despedido por Felipe Miñambres, director deportivo, y Pepe Danvila, consejero delegado y máximo accionista del Levante, en febrero de 2024, tras empatar sin goles en Ferrol ante el Racing y cuando estaba a tres puntos de la zona de promoción.
El madrileño, que ya había estado contra las cuerdas en diciembre de 2023 y salvó su puesto al ganar en el Ciutat al Real Valladolid, llevaba cinco partidos sin ganar cuando fue fulminado por Miñambres y no asumió de buen grado su salida del Levante.
Incluso publicó una carta de despedida en la que aseguró que la situación deportiva “no era nada alarmante” y subrayó que había tenido que convivir con la mala situación económica. “En verano, lo más fácil habría sido no continuar pero no quisimos abandonar el barco en los momentos difíciles y decidimos seguir a pesar de todas las dificultades”, comentó Calleja nada más ser despedido.
Además, fueron varios los jugadores del equipo, incluido los capitanes Postigo o Pablo Martínez, quienes expresaron públicamente que la salida de Calleja les pilló por sorpresa y que en el vestuario fue inesperada. Además, Felipe, que se sentó en el banquillo por Calleja, no mejoró las prestaciones del Levante sobre el césped.
Tampoco fue excelente la relación de Calleja con la hinchada del Ciutat de València, pues fue silbado en varias ocasiones y no se espera este domingo una bienvenida especial para el entrenador madrileño.
Con este caldo de cultivo vivido hace unos meses regresará Calleja, que se presenta en Valencia con el Real Oviedo en la novena plaza con tres puntos menos que el Levante, al llegó en octubre de 2022 en sustitución de su colega Nafti.
El aterrizaje de Calleja, sin embargo, en Valencia fue el soñado, con dos victorias para empezar y una racha de dieciocho encuentros seguidos sin perder en Segunda.
El equipo remontó en la tabla y, pese a un discreto tramo final en el que le penalizaron algunos empates, peleó hasta el final por el ascenso directo y no subió por la diferencia de goles con Las Palmas.
Mucho peor fue el desenlace de la temporada, pues el Levante perdió la final de la promoción de ascenso con un gol de penalti del Deportivo Alavés en el tiempo de prolongación de la prórroga. Un 0-1 que dejó helado el Ciutat de València y muy tocado a Calleja.
Contra todo pronóstico, Calleja siguió en su puesto para empezar el curso 23-24, ya sin la obligación de ascender. Pero la herida de la derrota ante el Alavés no estaba cerrada, el equipo y la afición no se recuperaron y Calleja fue incapaz, desde el banquillo, de cambiar el ánimo general y con cierta indiferencia fue despedido por Miñambres.
El técnico madrileño, picado en el orgullo, encontró en verano el proyecto del Real Oviedo con el que intentar lograr el ascenso que se le escapó entre los dedos con el Levante y este domingo tratará, además, de impedir el liderato en solitario del cuadro de Calero y, de paso, ascender en la clasificación.