El horizonte sindical se ha ido alejando de los orígenes, por muchas causas, a pesar de la enorme herencia libertaria sindicalista recibida. Circunstanciales unas, coyunturales y estructurales otras. Y podría pensarse que eventos congresuales, como el que va a celebrar el anarcosindicalismo en Andalucía, poco tendrían que ver con estas y aquellas. Aunque es posible observarlos como síntomas de una debilidad que la organización libertaria, al igual que el sindicalismo en general, ha venido padeciendo desde hace bastantes años. La historia del movimiento obrero esta jalonada por multitud de acontecimientos en los que los liderazgos, dentro y fuera del movimiento libertario han tenido un enorme peso. Uno de los fundamentos de esos liderazgos, quizás el más sólido era, y es, la ejemplaridad. Por otro lado, siempre hay quien argumenta que esos liderazgos los produce la lealtad de muchas voluntades que lo sostienen y a su vez comparten en determinados ámbitos. La relación directa con el líder fortalece la “dependencia” que todo liderazgo genera. Otro pilar que sostiene el liderazgo es la ventaja que este aporta a quienes lo “veneran”. La “malversación” de la energía, que el liderazgo aporta a la organización, pervierte la esencia y el objetivo de la misma. La “compra” de simpatías, de voluntades o la capacidad de crear deudas, compensadas por favores realizados, siempre le ha otorgado poder a quienes han pretendido ser lideres. Al fin y al cabo, este camino lleva es al Caciquismo. Los tratos de favor han sido la herramienta fáctica utilizada. Meridianamente claro lo tenía Joaquín Costa cuando dejo esculpido para la posteridad este lema: “Al amigo el favor, al enemigo la ley”. Y de hecho los estados burgueses, que justifican legalmente la explotación del sistema de producción capitalista constantemente, hacen leyes para que este lema sea posible. Porque ninguna ley da poder real a los pueblos, a las gentes. Todos los derechos que ellas enuncian quedan en meras orientaciones para sus políticas, son meras quiméricas propuestas, porque en modo alguno estos “derechos” son subjetivos. Y es más, cuando hay quien se cree eso de que tiene derechos, encuentra que no existen estructuras, instituciones, organismos con capacidad para defenderlos, para hacerlos efectivos.
El anarcosindicalismo andaluz ha venido experimentando una paulatina transformación, en consonancia con la evolución social, económica, política y sobre todo ideológica que se ha venido produciendo. De la militancia, palabra grave, que se vivía en los últimos años del franquismo, cuando se comenzó a reorganizar internamente la CNT, algo queda, permaneciendo rescoldos irreductibles, en las personas más veteranas, y nuevos fuegos juveniles, que permitirán reavivar la llama de la rebelión contra la explotación y opresión. Precisamente de militancia y liderazgo va lo que acontece hoy en la Andalucía libertaria. Y quienes están en esa tarea verán como una gran oportunidad en el próximo Congreso Extraordinario de sumar voluntades para con un nuevo proyecto ilusionante hacer frente, desde el anarcosindicalismo, a los grandes y preocupantes escenarios que la Inteligencia (burguesa) artificial (real) está ya materializando. Las grandes reconversiones no han hecho mas que empezar y la solución esencial pasa por liberar a la humanidad de la opresión del trabajo alienado para mejor ser explotada, y consumida. El acceso al trabajo digno, compatible con las vidas familiares, personales y adecuadamente remunerado, se ha convertido en un mito. ¿Para cuándo el reparto del trabajo y la riqueza? Las nuevas generaciones “z, x, y” que no pueden independizarse de sus familias, después de años de preparación teórica, no pueden pensar a futuro, porque este no existe para ellas. Las generaciones que a tropel entran en la ancianidad y la senectud reciben cada vez menos recursos y sobre ellas pende además el tener que seguir ayudando a sus familias. Se degradan y mercantilizan los derechos sociales, conquistados a lo largo de las luchas obreras, porque ellas, solo ellas, han forzado a los gobiernos burgueses a generarlos. La “IA Burguesa” avanza, ante la retirada en masa de la militancia altruista en todas las organizaciones sociales, también en el movimiento sindical. Extendiéndose la profesionalización de los “liderazgos”, las “coordinaciones”,… porque de esa forma se amarran las conciencias. Parece llegada la hora de proyectarse hacia fuera, ya que esa es la única razón que justifica el sindicalismo revolucionario. El anarcosindicalismo, como concepto y herramienta organizativa, es esencial para enfocar la enorme y desigual batalla que toda la juventud, en particular, y el pueblo en general, está librando contra el capitalismo más gigantesco de toda la historia de la humanidad, denominado muy justificadamente: Tecnofeudalismo. En 2021, CEDRIC DURAND mantiene la tesis en el libro que lleva este título que “es que con la digitalización del mundo se produce una gran regresión. Retorno de los monopolios, dependencia de los sujetos a las plataformas, confusión de la distinción entre lo económico y lo político”. En 2023 el texto Tecno-Feudalismo de Yanis Varoufakis abunda en la reflexión necesaria para definir un nuevo paradigma al que debe enfrentarse lucha por la emancipación, no solo de la clase obrera, proletaria, sino de toda la humanidad. “Ahora productores y consumidores son siervos del dueño de una plataforma digital que se dedica acumular renta”. Es el momento de mirar afuera. https://reflexionesmarginales.com/blog/2014/09/02/la-realidad-esta-ahi-fuera/.REFLEXIONES MARGINALES, es una publicación bimestral, editada por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fdo Rafael Fenoy
