La CHJ destina cerca de 19 millones para restituir los cauces dañados

Publicado: 30/04/2025
El organismo trabaja para "adaptar" el cauce a su nueva morfología tras la riada, que pasa por dar una "continuidad al flujo de agua"
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) continúa con los trabajos de restauración del dominio público hidráulico que permitirán solucionar los numerosos daños y problemas generados por la dana del pasado 29 de octubre en el tramo bajo del río Turia y sus tributarios. Este conjunto de actuaciones de emergencia cuenta con un presupuesto que ronda los 19 millones de euros y engloba diferentes acciones que se desarrollan en municipios como Gestalgar, Bugarra, Pedralba, Vilamarxant, Riba-roja de Túria, Manises, Paterna y Quart de Poblet.

Los trabajos tienen varios objetivos, aunque la finalidad es la restauración y restitución del dominio público hidráulico. De esta manera, la actuación principal se centra en la retirada de elementos obstructivos y arrastres, tanto en el propio cauce como en las llanuras de inundación, según ha informado la CHJ en un comunicado.

"La prioridad es la limpieza de los arrastres provocados por la avenida. Hasta ahora, hemos retirado grandes volúmenes de tipo vegetal, sobre todo arbolado y cañas, así como otros elementos que pueden generar problemas en el cauce, como basura o restos de infraestructuras destruidas por la riada", ha indicado la Comisaría de Aguas, la unidad encargada de dichos trabajos.

Las actuaciones puestas en marcha también tienen el propósito de reconstruir, reforzar y sanear los taludes más afectados por la crecida del río Turia. De esta manera, el organismo plantea mejorar su estabilidad mediante la construcción de escolleras y materiales drenantes para asegurar su sujeción. Otro de los ejes principales de estas actuaciones tiene que ver con la recuperación de la morfología de los cauces, que han sido "modificados profundamente" tras el extraordinario episodio del pasado 29 de octubre.

NUEVA MORFOLOGÍA

"Estamos intentado recuperar su trazado, pero no necesariamente el que tenía antes. La situación ha cambiado y el objetivo es adaptar el cauce a su nueva morfología y esto pasa por dar una continuidad al flujo de agua", explican. De esta manera, los trabajos buscan facilitar el régimen de las corrientes y evitar la proliferación de balsas de agua que puedan quedar desconectadas del río Turia.

Para ello, es necesario gestionar los sedimentos arrastrados por la avenida "de manera eficiente y reorganizar las gravas a lo largo y ancho del cauce". Desde la unidad encargada apuntan que el arrastre de sedimentos ha generado aterramientos y eso se ha traducido en un aumento "considerable" de la cota, que supera el metro de altura en algunos puntos.

"Estamos intentando generar un cauce de aguas bajas que permita normalizar la situación y adaptarla a la nueva realidad, para así evitar problemas en puntos de vertidos de depuradoras, tomas de riego o pasos de carreteras", han indicado.

La crecida del río Turia en su tramo bajo también ha producido numerosos daños sobre las actuaciones de restauración fluvial que venía ejecutando el organismo durante los últimos daños. En varios puntos, el geotextil ha quedado "destrozado" y los trabajos de emergencia se centran en la retirada de las lonas y sus anclajes.

"Ahora hay que esperar y analizar cómo evoluciona la proliferación de la caña, que ya está comenzando a brotar en varias zonas, por lo que no se descarta la posibilidad de impulsar nuevas actuaciones de restauración fluvial en el futuro", indican.

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