La
Unión de Consumidores de Málaga ha elaborado un
estudio sobre la percepción ciudadana en torno a las viviendas turísticas del centro de la ciudad, con el respaldo de la Junta de Distrito Centro del Ayuntamiento. La investigación revela que
solo el 9,3% de las personas encuestadas conoce en su totalidad la normativa vigente. Sin embargo, tras consultarla, un 25,9% la califica de muy exigente y un 48,1% opina que contiene demasiadas normas y obligaciones, lo que refleja una desconexión entre la regulación y su comprensión o aplicación real.
El informe pone de manifiesto un sentimiento mayoritario entre la ciudadanía:
el 83,3% de los malagueños antepone la identidad de la ciudad y su ambiente vecinal frente al crecimiento turístico. Entre los efectos negativos más señalados por la población se encuentran la pérdida del tejido social en barrios céntricos, el encarecimiento del alquiler tradicional y la escasez de pisos para larga duración, lo que está forzando a muchos residentes a desplazarse a zonas periféricas para conservar su vivienda, empleo o cercanía familiar.
En respuesta a esta problemática, el Ayuntamiento de Málaga
ha limitado las viviendas turísticas a un 8% del total de viviendas en determinadas zonas como el Centro Histórico, Pedregalejo o el Puerto de la Torre. Esta medida pretende contener el fenómeno de la "hiperturistificación", aunque también provoca que la presión sobre el mercado inmobiliario se desplace hacia distritos que aún conservan su carácter residencial.
Las personas consumidoras proponen varias soluciones complementarias.
Entre ellas destacan limitar y controlar con mayor firmeza el número de apartamentos turísticos, establecer una regulación más estricta y garantizar que esta se cumpla efectivamente. En este sentido, el 66,7% de los encuestados considera que actualmente no se vigila adecuadamente el cumplimiento de la normativa, lo que agrava el problema y genera una sensación de desprotección entre los residentes.
Otra medida apoyada por dos tercios de los malagueños es la prohibición de
instalar cajetillas o candados de llaves en el mobiliario urbano. Esta cláusula específica de la regulación vigente ha sido valorada positivamente por un 66,7% de los participantes en el estudio, que la consideran útil para preservar el patrimonio urbanístico y evitar molestias como la obstrucción de aceras o portales.
Pese a que los beneficios económicos del turismo son reconocidos por buena parte de la ciudadanía,
el 92,59% de las personas encuestadas afirma que la alta densidad de viviendas turísticas en el centro histórico ha deteriorado la calidad de vida local. Entre las consecuencias señaladas figuran la migración de residentes hacia otros barrios, la pérdida de variedad comercial, el ruido provocado por el turismo de ocio y la presión sobre los recursos naturales.
La Unión de Consumidores de Málaga recuerda que continúa a disposición de todas las
personas usuarias para atender dudas o quejas sobre esta y otras cuestiones relacionadas con el consumo. Como entidad declarada de utilidad pública, su labor se centra en la defensa de los derechos ciudadanos, especialmente en situaciones que afectan directamente a su día a día, como el acceso a una vivienda digna y la convivencia urbana.