Hay dos aspectos de la actual coyuntura económica que si bien no eliminan la inquietud y preocupación que anidan en buena parte de los ciudadanos sí pueden suponer un alivio para sus maltrechas economías...
Hay dos aspectos de la actual coyuntura económica que si bien no eliminan la inquietud y preocupación que anidan en buena parte de los ciudadanos sí pueden suponer un alivio para sus maltrechas economías. No cabe duda de que la reducción de la inflación supone un respiro importante a estos efectos, de tal forma que el precio de alimentos básicos y de los carburantes permiten aflojar la tensión en torno a las disponibilidades líquidas de las economías familiares. Si a estas circunstancias añadimos la flexión experimentada por los tipos de interés, sobre todo en su versión más conocida e influyente para nuestros bolsillos como es el euribor por ser el referente más claro para la revisión de las hipotecas, completamos los dos aspectos de los que podemos obtener cierto provecho. Las entidades financieras, acuciadas por las imputaciones de inmovilismo crediticio y por la falta de "demanda solvente" (según su terminología) han reabierto la guerra por la captación de hipotecas prime, de excelente calidad, y es precisamente de esta estrategia de la que hay que obtener ahora la máxima rentabilidad.
Si usted es titular de un préstamo hipotecario cuyas amortizaciones ha ido atendiendo sin fallo alguno, desde su inicio y no aparece en algún registro de morosos o impagos (Asnef, Rai, etc.), si la amortización del préstamo no supone más del 40% de los ingresos totales de la unidad familiar y las perspectivas de su empleo pueden considerarse seguras, no espere a la próxima revisión del tipo de interés (quizá haya sido excesivamente estricto al enunciar el condicionado anterior), pero si su perfil cumple con el mismo o se aproxima de forma clara, puede plantear de inmediato la revisión del tipo de interés de su hipoteca: seguramente le atenderán y verá cumplidas sus pretensiones porque, en los momentos actuales, perder clientes de esta naturaleza es un lujo que no se pueden permitir. En otro caso, las ofertas en los paneles exteriores de algunas entidades le invitan a negociar la subrogación del préstamo con la lógica aplicación del euribor actual que, en el peor de los casos, puede rebajar las amortizaciones mensuales de forma muy sustancial, obviamente, en función de la cuantía y plazo al que esté constituido el préstamo. Quizás, en estas coyunturas, los damnificados podrían volver a ser los ahorradores que verán reducida la rentabilidad de sus depositos de forma clara, pero como la falta de liquidez de las entidades les impele a mantener ofertas de tipos todavía atractivos, aproveche la ocasión y concierte sus depósitos al plazo más largo posible.