Si la acumulación de capital crece excesivamente hasta seguir concentrandose en manos de unos pocos; eso trae irremediablemente una reducción del consumo de las masas, por haber perdido capacidad de compra. Ello acarreará inevitablemente una crisis económica y social. Debido a la automatización en la producción de bienes de consumo, pero sobre todo: a causa de la usura de los grandes capitales, que además de otros subterfugios, no dudan en deslocalizar sus empresas, siempre en busca de mano de obra más barata, para después tratar de vender sus productos a la misma gente que han dejado sin trabajo. ¡Irónico! ¿No? No quieren darse cuenta que a la gente a la que. por su excesiva avaricia, han dejado sin un trabajo decentemente remunerado, se verán obligados a aceptar empleos de menor calidad, con salarios más bajos. Entonces, consecuentemente, desciende la capacidad de compra. Sin embargo, la producción de bienes aumenta y esos stocks no tienen salida. Cuando esto ocurre, los capitalistas reaccionan despidiendo a más obreros. Llegará un momento en que este desfase entre oferta y demanda se hará insostenible. Se producirá un colapso económico y social que dará nacimiento a una nueva sociedad.