La situación económica no es precisamente positiva y hay familias que lo siguen pasando mal, a pesar de que estas historias apenas salen a la luz.
Tamara Camacho es una portuense que ha tenido que ocupar una vivienda con su familia porque, debido a la falta de trabajo de los integrantes de la misma, no puede permitirse el lujo de tener una vivienda, a pesar de que la Constitución española muestre en su articulado que la vivienda es un derecho adquirido por todo español.
Así, esta portuense solicita ayuda a los portuenses y a los gaditanos en general porque están durmiendo en el suelo, por ello confían en que, quien pueda, les suministre un somier, un colchón, un sofá, una fregadera, un grifo, etc, enseres básicos para el día a día, sin lujos. En estos momentos solo cuentan con un mueble de salón que les regaló una chica, no más.
Como bien explica, se han tenido que meter de ocupa porque no cobran ningún tipo de pensión y su pareja en estos momentos se encuentra en periodo de prueba en un trabajo, pero a expensas de si le dan o no el puesto de trabajo.
Además, esta portuense asegura que no se niega a pagar la vivienda en la que reside, pues tiene conocimiento que algunos vecinos pagan unos 150 euros, pero en cambio se han puesto en contacto con la entidad propietaria de las mismas pero no les han dado una solución. Y si no puede ser dicha vivienda, solicita que el Ayuntamiento les informe de las posibilidades que tiene en cuestión de viviendas sociales.