En pleno mes de octubre con ambiente todavía de entre primavera y verano, Córdoba hace un guiño a la tradición que arrastra en torno a un patrimonio como sus patios para traer por cuarta vez a la ciudad el Festival Internacional de las Flores.
En sus tres ediciones anteriores, los artistas internacionales que instalaban sus espectaculares adornos florales conseguían generar el efecto sorpresa entre los curiosos que se acercaban a ver las creaciones. Ahora, a las puertas de una nueva entrega, la apuesta ha sido decidida para convertir a Flora 2021 en la mejor edición de todas las que se han organizado, lo cual habla del deseo de aprovechar este reclamo para promocionar la ciudad en los cinco continentes.
Precisamente esa es la reflexión generalizada de sectores como el de la hostelería, los alojamientos, empresarios y comerciantes, la propia organización o los partidos políticos. Fue con el anterior mandato de PSOE e Izquierda Unida cuando se organizó por vez primera, y en la actualidad tras unos meses de pandemia en los que la financiación estaba por cerrar, el cogobierno local del Ayuntamiento ha patrocinado un Festival que cuenta con una importante inversión de capital extranjero a sus espaldas.
Es un evento joven y con mucho camino por recorrer. La idea de cara al futuro es que Flora cuente con actividades paralelas que complementen a la instalación de estructuras florales en grandes patios de Córdoba, desarrollar un área más intelectual y emprender acciones en torno al Festival en más ciudades. Las ideas están definidas pero ahora falta que el gran público responda al siempre agradable efecto wow.