“Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra”; “Moreno Bonilla nos roba la plantilla”. Los cánticos de guerra de los sanitarios a las puertas del Hospital de Jerez resonaban en ese momento de forma simultánea este jueves en toda Andalucía en la que ya es la segunda jornada semanal de movilizaciones por la no renovación de 8.000 puestos de trabajo. En el caso del Distrito Sanitario Jerez-Costa Noroeste y Sierra, los sindicatos convocantes (UGT, CCOO y CSIF) estiman que se verán afectados aproximadamente más de 400 profesionales, de los 900 de toda la provincia tanto de hospitalización como de atención primaria. Un recorte que acabará pagando el ciudadano. Desde UGT, su portavoz en la sección sindical del hospital, José Maria Lobatón, considera un “desatino” que la Administración andaluza no dé continuidad a estos trabajadores y más en el contexto actual. Tiene claro que la decisión llega “a las puertas en puertas de una probable sexta ola” y de una campaña de gripe para la que se prevé que la incidencia sea muy superior “por el desuso de la mascarilla”.
A estos perjuicios suma la “ralentización” de la baremación de los aspirantes a la bolsa única del SAS. Desde CSIF, su portavoz en esta sección sindical en el centro hospitalario. Gustavo Domínguez, alerta de las consecuencias directas que va a tener este nuevo tijeretazo en los usuarios. “Cuando empezó la pandemia el SAS se dio cuenta de que las plantillas estaban en precario, y a raíz de eso y por la necesidad, se empezó a contratar. Habíamos llegado a un nivel de contratación no extraordinario, pero sí mediamente aceptable, y ahora que tiene oportunidad de dar calidad a la ciudadanía su respuesta es recortar los puestos de trabajo de 8.000 personas que han estado luchando este año”.
El “premio”, añade, “es reducir los contratos y las plantillas con el deterioro de los servicios”, mientras los centros de salud “siguen con colas en las puertas, sin consulta asistencial” y aumentan las listas de espera quirúrgicas.
