Un nuevo éxito de UPA en Europa. Por primera vez en la historia, la organización ocupa la presidencia del grupo de olivar del COPA-Cogeca, la entidad que representa a las organizaciones agrarias y cooperativas europeas para las relaciones con las autoridades comunitarias en Bruselas. El responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA y secretario general de UPA Andalucía, el alcalaíno Cristóbal Cano, ha sido designado para ocupar dicho cargo tras haber ocupado la vicepresidencia desde noviembre de 2020. "Esta presidencia es fruto del compromiso de UPA en Europa y de las intensas negociaciones llevadas a cabo en Bruselas y entre la delegación española. Para mi es un tremendo honor haber sido elegido por mis colegas europeos para ocupar este cargo y representar a los olivareros en Europa en un momento crucial para los pequeños y medianos productores. Porque el COPA-Cogeca es el canal directo de interlocución con la Comisión Europea", explica Cristóbal Cano.
El responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA y secretario general de UPA Andalucía destaca el trabajo que podrá hacer desde el cargo de presidente del grupo de olivar del COPA-Cogeca en defensa de los intereses de los pequeños y medianos agricultores y, en especial, del olivar tradicional. "UPA seguirá llevando la voz del eslabón más débil de la cadena alimentaria a Bruselas. Desde la presidencia del grupo de olivar, además, trabajaremos por medidas de mercado valientes que permitan a nuestras explotaciones, y en especial al olivar tradicional, tener un futuro mejor. Por supuesto, nos esforzamos para que Europa considere estratégico nuestro olivar porque somos los principales productores del mundo y enfocaremos nuestro trabajo en aumentar la promoción que se pueda hacer del aceite de oliva con el objetivo principal de incrementar el consumo mundial de nuestro aceite de oliva", explica.
Cristóbal Cano hace hincapié: "También nos dedicaremos a eliminar cualquier traba burocrática que perjudique la comercialización de nuestro aceite de oliva, y defenderemos estrategias encaminadas a disminuir las importaciones de países extracomunitarios y de negociar nuevos acuerdos comerciales y nuevas vías de exportación para reforzar la viabilidad económica de nuestras explotaciones. Por supuesto, sin olvidarnos de la PAC, que encara su recta final en cuanto a la nueva aplicación, que recordemos es la única política común que se lleva a cabo desde Bruselas, y que debe apostar fuertemente por nuestro cultivo, a través del relevo generacional, la incorporación de los jóvenes, la visibilización de la mujer y por una agricultura y ganadería más sostenibles medioambiental, social y económicamente, en la que el olivar tradicional cuenta con las mejores mimbres para ser el más beneficiado en la próxima aplicación del periodo 2023-2027", concreta.
"Además, en este momento cobra una especial importancia el aumento de los costes de producción derivados del incremento de los gastos energéticos, como la luz o el combustible, de los fitosanitarios y de los fertilizantes; así como los problemas de suministros por la Covid-19. De ahí que insistiremos a las administraciones europeas para que pongan en marcha un plan especial con el objetivo de contrarrestar este nuevo escenario que amenaza muy seriamente la viabilidad de nuestras explotaciones. Igualmente, trabajaremos para que existan unas normas de comercialización del aceite de oliva basadas en la calidad y en la trazabilidad, así como en un etiquetado nutricional a la altura de nuestro AOVE que lo refuerce como lo que es: la grasa vegetal más saludable que existe", explica Cristóbal Cano.
El COPA-Cogeca surge de la unión de las organizaciones agrarias y de la Confederación General de Cooperativas en 1962 para trabajar conjuntamente. En la actualidad, agrupa a 76 entidades de los estados miembros de la Unión Europea. El COPA representa a más de 23 millones de agricultores y sus familiares, mientras que Cogeca representa los intereses de 22.000 cooperativas agrícolas. Los principales objetivos son representar los intereses generales y específicos de los agricultores y ganaderos europeos; influir en las decisiones que afectan a las actividades agrarias y ganaderas ante las instituciones comunitarias; mantener debates políticos e intercambios de opiniones sobre cuestiones de valor añadido de los productos agrícolas y ganaderos; buscar soluciones a cuestiones importantes de interés general; defender los intereses del conjunto del sector agrícola; y, sobre todo, examinar todos los temas relativos a la Política Agrícola Común (PAC).