La actuación del actual gobierno respecto a los recortes de los trasvases del Tajo, mantiene en un profundo descontento a los regantes del sur de la Comunidad.
La vicepresidente y diputada de Ciclo Hídrico, Ana Serna, el consejero de Agricultura de la Región de Murcia, Antonio Luengo, y el presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, se han reunido para terminar de coordinar y concretar las alegaciones que han preparado durante los últimos meses Murcia, Andalucía y la Diputación de Alicante y que se presentarán mañana al nuevo Plan Hidrológico del Tajo. Mientras tanto, el gobierno valenciano presentará sus alegaciones en solitario tal y como el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha comunicado a los regantes, desmarcándose así del gran grupo de presión. La Generalitat ha declinado la invitación para participar en la reunión que, según ha afirmado Serna, trata “sobre un tema vital para la Comunidad Valenciana” y considera que “en política los gestos son importantes”. Sin embargo, Puig se ha defendido alegando que “no vamos contra nadie, nada esta más lejos de nuestra intención que resucitar antiguas y estériles batallas que nada conducen”.
En cualquier caso, tanto Puig como Serna coinciden al poner en cuestión los criterios técnicos del Ministerio de Transición Ecológica, considerando que los caudales están mal calculados y esa será la base de ambas alegaciones. La consellera de agricultura, Mireia Mollá, ha manifestado que “los caudales ecológicos fijados en el plan, actualmente es un valor completamente caprichoso y no sigue el rigor científico-técnico”.
Por su parte, el consejero de Agua de la Región de Murcia, Antonio Luengo, ha destacado que “no está justificado que este incremento de caudales ecológicos vaya a redundar en un beneficio de la biodiversidad del río Tajo y tampoco vaya a mejorar en un beneficio del impacto paisajístico”.
Mañana miércoles 22 de diciembre finaliza el plazo de alegaciones para el Plan Hidrológico y es la última esperanza de los regantes para que no salgan adelante los planes del Ministerio de Transición Ecológica que podría poner en riesgo a la huerta del levante español.
