“Es necesario gestionar y coordinar la sequía cuando aún no tenemos ese problema” y, de hecho, “el plan de gestión de la sequía es el que estamos aplicando, si bien hay cuestiones en las que todos tendremos que ceder ante recursos escasos”, concedió el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez. El sector del abastecimiento y recepción de agua se dio cita el miércoles en una jornada organizada por CESUR que llevó por título, “La sequía y el objetivo de reducir tensiones entre el regadío y el abastecimiento”.
En los próximos seis años se van a invertir, según ha indicado Joaquín Páez, 3.272 millones de euros en la demarcación del Guadalquivir en nuevas infraestructuras que vendrán a paliar muchas de las necesidades actuales. Además, el PERTE de transformación digital prevé destinar 500 millones a la digitalización de las redes de abastecimiento de agua, lo que podría suponer un ahorro del 20 por ciento de los recursos.
En Andalucía y Extremadura estamos, probablemente,en la antesala del peor periodo de sequía del siglo XXI. Movidos por esta necesidad y entendiendo la importancia de analizar y estudiar la situación, CESUR, ha celebrado esta jornada que ha estado compuesta por dos mesas redondas.
Durante la primera de ellas, “Regadío y Abastecimiento”, moderada por Rosa Martínez Mena, directora de las comisiones de trabajo de CESUR, PedroParías, secretario general de Feragua, ha señalado que “hay obligación de diálogo entre los diferentes tipos de usuarios (abastecimiento, regadío eindustria) para mejorar las situaciones de sequía con la participación de la administración hidrológica como ente modulador y de consenso de las decisiones”. En este sentido, ha afirmado que “en estos momentos todos los cultivos están en riesgo. Las pérdidas por la sequía, sólo en la Cuenca del Guadalquivir, pueden superar los mil millones de euros”.
Por su parte, Emilio Pachón, gerente de Aguas de Huesna, ha incidido en que “las campañas de ahorro de agua, desde la gran sequía de los 90, están basadas en la concienciación de la población. “Somos conscientes del problema que tenemos por delante y tenemos que esforzarnos en la búsqueda de soluciones a corto y largo plazo”. Álvaro Pallares, presidente de la Junta Central de Usuarios Arroceros de la Margen Derecha, ha transmitido la necesidad de “ejecutar cuanto antes el Plan de Modernización para garantizar el futuro del cultivo del arroz en Sevilla como primer productor a nivel nacional”. “Estamos dispuestos a sentarnos todas las veces que sea necesario.Tenemos un río que tenemos que mantener vivo y del que no sólo dependemos los arroceros,también los pescadores de Sanlúcar”.
Jaime Palop, consejero delegado de EMASESA y presidente de la Comisión de Agua de CESUR, ha afirmado que “el gran damnificado de la sequía es la agricultura y en segundo lugar las poblaciones. La Cuenca delGuadalquivir ya está teniendo problemas”. “En los planes de emergencia está recogido que el uso de regadío podrá ser utilizado para el suministro de poblaciones”. “Es el momento de hablar con claridad y empezar a establecer un debate para llegar a soluciones justas y equitativas reconociendo el problema de cada uno”.
En lasegunda mesa redonda “Búsqueda de consenso y soluciones”, moderada por Fernando Seco, vicepresidente ejecutivo de CESUR, los participantes han señalado que “falta agua, pero no consenso, todos tenemos voluntad”. En este sentido, José Manuel Cepeda, presidente de Feragua ha insistido en la necesidad de construir nuevos embalses y ajustar el cauce ecológico a las necesidades actuales”.
Joaquín Páez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, ha afirmado que “las administraciones estamos trabajando continuamente en coordinación para alcanzar el consenso y buscar soluciones. Hay que anticiparse y colaborar entre todos los agentes necesarios sin perder de vista que también es necesario gestionar la salud de los ecosistemas porque son los que garantizan la calidad del agua”.
Pedro Rodríguez, director de Aljarafesa y presidente de ASA, ha señalado que “la sequía es un problema común y por tanto la solución solo puede ser conjunta, multinivel, multilateral, multisectorial, sin lugar a conflictos ni confrontaciones. Nuestra máxima debe ser un compromiso de todos ante una preocupación común”. Actualmente, “no se invierte ni la mitad de los necesario para la conservación de las infraestructuras”.