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Miércoles 27/11/2024
 

San Fernando

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El tranvía de la Bahía, el mayor ejemplo de ineptitud de los políticos y algunos otros más

16 años más tarde sólo se puede presumir de haber construido un prototipo de tren único en el mundo que se dedica a gastar electricidad sin quitarse la corbata

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  • 22 de noviembre de 2014. Primera prueba y todavía está en ello. -

En el año 2006 se adjudicaron las obras del nudo de la Ardila por parte de la Junta de Andalucía y en enero del año 2007 se aprobó por parte del Ayuntamiento de San Fernando la semipeatonalización de la calle Real.

Dos años antes ya se había anunciado ete medio de transporte, pero tardaron dos años en comenzar el proyecto propiamente dicho, negro sobre blanco.

Las obras tenían que comenzar y terminar en un plazo de ejecución de 18 meses y el coste inicial era de 53 millones de euros. En el mes de septiembre del 2008 comenzaron las obras en el tramo de la calle Real entre la plaza del Rey y Alameda Moreno de Guerra.

Era el tramo que se pretendía que sirviera como escaparate para que la gente viera cómo iba a quedar, aunque con el tiempo más bien parece que lo hicieron para que la gente se creyera que iba a ser verdad, que muchos ya no lo creen aunque llevan años viendo pasar los coches vacíos por la principal vía de la ciudad.

Ahí es donde comenzó la inocentada en que se convirtió la obra del tranvía por la calle Real porque si bien se acordó no comenzar un tramo sin estar listo el anterior, a los pocos meses estaba toda la calle levantada de la forma más dantesca imaginable. (Hay una foto por ahí con un coche fúnebre en la puerta de la Iglesia Mayor esperando el féretro y rodeado de escombros a uno y otro lado).

El objetivo era que estuvieron listas en el año 2010, Bicentenario de las Cortes, pero a lo más que se llegó fue a terminar el tramo hasta la Capitanía para que el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía hicieran el paseíllo (todavía no había pasado lo del elefante y lo de Corina ni se había liado parda en la Zarzuela).

El Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera firmó en 2009 un acuerdo con la Consejería de Obras Públicas y Transportes para la ejecución del tramo urbano del tranvía y los trabajos comenzaron finalmente en marzo del año 2010.

Allí también hubo problemas porque mientras los socialistas querían el itinerario actual, los populares lo querían por el puente del Centenario para en algún momento llegara a la playa. Visión de futuro, aunque visión, lo que se dice visión, no ha faltado en este proyecto que era una bendición recorriendo toda la Bahía hasta el aeropuerto de Jerez y terminó siendo un infierno.

 En San Fernando también hubo trifulca entre los que querían que fuera por la Ronda del Estero y llegara hasta la playa cogiendo luego por detrás del Janer y los que quisieron que transitara por la calle Real y de camino que arreglaran las tuberías. Que fueron los que ganaron porque eran los que gobernaban.

Al poco tiempo de que los Reyes de España hicieran el paseíllo por la calle Real con los raíles puestos tuvo lugar el primer parón de las obras. Entre los expropiados en la calle Montañeses de la Isla hubo un hombre que presentó pleito contra la Junta porque el tranvía pasaba por su dormitorio y fueron los responsables de la Junta los que no pudieron dormir por la noche.

  

Sin proyecto ni nada

La Junta expropió todo lo expropiable sin atender a las alegaciones de los vecinos de las 14 fincas afectadas, pero en noviembre del año 2010, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía paralizaba el proyecto una vez aceptado el recurso presentado por afectados y se reconocían “irregularidades en la tramitación administrativa de la obra”. O sea, que no tenía el proyecto de ejecución.

Ante tamaño escándalo la Junta tuvo que recoger velas y plegarse a los vecinos, pero como la obra ya estaba hecha y no podía volver a la situación anterior, se hizo a través de las indemnizaciones y administrativamente, haciendo las cosas bien. Ya con el permiso que no tenían cuando empezaron, se anunció la finalización para el Bicentenario de las Cortes de Cádiz, el Doce. Ni de coña.

En el año 2014 y como quiera que la obra urbana por Chiclana estaba al 50 por ciento, tuvo lugar una prueba de recorrido entre el Pinar de los Franceses y La Ardila, de noche, tomándose notas técnicas durante todo el trayecto. 

La Unión Europea aportaría 130 millones de euros procedentes de los fondos Feder de la Comisión Europea, al entender que podía contribuir a mejorar la protección ambiental y la calidad de vida de la población. Eso son los famosos millones que se teme que si las cosas siguen como están, haya que devolver a Europa.

El tranvía debía estar terminado, después de esa subvención de la Unión Europea en 2016, fecha que tampoco se cumplió y se prorrogó a 2019, que pasó lo mismo que en 2016. Prorrogado queda.

Meteduras de pata

Las meteduras de pata de algunos políticos socialistas anunciando fechas hasta para comprar los billetes y que no se cumplirían, fue la tónica general hasta el punto de que ya nadie se cree ninguna fecha que digan. Ni siquiera la cercana del día 9 de este mes de septiembre.

Los socialistas salieron de la Junta de Andalucía en 2019 y entró el Partido Popular. Desde entonces el tranvía ha llegado a Cádiz -lo hizo por primera vez en 2020, aunque sólo a Cortadura. Se firman los acuerdos con Renfe, con Endesa y las empresas que tienen que aportar más trenes y más servicios hasta que llega el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, se arriesga a decir que habrá un “simulacro” el día 9 de septiembre con la presencia de representantes de todas las Administraciones. No ha explicado qué es un simulacro ni que pasará después del simulacro.

 

A ciegas

A todo esto, de los principios del tranvía, 16 años después de las primeras obras y 14 desde que entró la piqueta en la calle Real, se ha incumplido casi todo.

No hay aparcamientos disuasorios, ni calles perpendiculares arregladas hasta la primera paralela, ni cableado aéreo quitado e instalado por el subsuelo y si se arreglaron las plazas, menos la del Rey que estuvo entre un aparcamiento subterráneo y ahora es un espacio diáfano que debía de estar terminada hace dos meses y todavía está para que jueguen los niños con la arena.

Pero es que en todo este proyecto se ha puesto de manifiesto la ineptitud galopante de los políticos y hasta de los técnicos, aunque no se sabe si éstos sólo obedecieron órdenes.

El proyecto del tranvía desde Chiclana a Cádiz, desde Cádiz a El Puerto y Jerez y desde Jerez a San Fernando enlazando desde La Isla con Chiclana, que era la gran idea, se hizo sin más estudios que la ensoñación de unos iluminados.

No había estudio de viabilidad; ni siquiera habían pensado en un hipotético cambio de ancho de vía por si algún día llegaba la Alta Velocidad (tuvieron que levantar el primer tramo, el del escaparate” y ni siquiera pensaron que por las vías de ADIF por el istmo hasta Cádiz no caben cuatro vías, por lo que había que usar las mismas que usa Renfe.

Al final, lo que ha salido de todo esto es un prototipo único en el mundo -de ahí los años de retraso- que lo mismo es un gran descubrimiento que se exporten esos trenes híbridos trenes-tranvía a otros territorios, pero que a los isleños y chiclaneros les ha amargado la vida durante más años de los prometidos.

Pero eso sí. Funcione o no el día 9 -seguimos recordando que es un “simulacro”- los ingenieros han aprendido a hacer un tren que no lo tiene nadie. Na más que los isleños.

Ha sido con mucho el mayor timo que unas administraciones han dado a los ciudadanos, con un abismo entre lo que se prometió y lo que se ha hecho y todavía con flecos administrativos de los que no se sabe mucho porque nadie que lo sepa ha querido hablar más de la cuenta.

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