Es una ficción pero con una tremenda apariencia de realidad, es la explosiva Marilyn Monroe y la frágil Norma Jean, es el éxito de una actriz y el infierno de una mujer. Eso es "Blonde", una película en la que sobresale Ana de Armas y que llega este miércoles a Netflix.
Tras la polémica causada por la elección de Ana de Armas para interpretar al icono por excelencia del cine estadounidense, la película se estrenó en el reciente Festival de Venecia, con la crítica dividida entre los que la adoraron y los que la odiaron.
Casi tres horas de metraje para una película que adapta el texto de Joyce Carol Oates ("Blonde", 2000) y que se presenta como una visión de Norma Jean más que de Marilyn Monroe, aunque el filme se queda corto en ahondar en los aspectos más desconocidos de la célebre actriz.
Andrew Dominik ("Mátalos suavemente", 2012) decidió aceptar el encargo de dirigir esta adaptación del libro porque es la historia "de una niña traumatizada" que vive "su vida adulta a través de la lente de ese trauma".
"Una historia sobre cómo el inconsciente abruma lo racional, sobre cómo tiene que dividirse entre un yo público y un yo privado", explicó Dominik a EFE tras la presentación de la película en Venecia.
En la misma idea ahondó Ana de Armas, para quien el filme está centrado "en su vida personal, en los momentos donde no están las cámaras, en sus momentos más íntimos", lo que permite al espectador descubrir "quién es esta persona", quién es la mujer y no la estrella de cine.
Esa parte más íntima fue la más complicada para la actriz hispano-cubana, que trabajó mucho en llegar "a esos puntos donde se muestran las vulnerabilidades y los lados más oscuros de la fragilidad".
Y, por supuesto, en una caracterización impecable que transforma a la actriz en Marilyn Monroe en una película que muestra desde los maltratos sufridos a manos de su madre cuando apenas tenía seis años hasta la violación por parte del primer productor que le dio una oportunidad o el brutal y descarnado deseo con el que la miraban todos los hombres con los que se cruzaba.
La película comienza precisamente con unas escenas muy duras de la relación de Norma Jean con su madre, a la que interpreta de forma brillante Julianne Nicholson.
"Es el personaje que hace que la vida de Marilyn vaya realmente en la dirección en la que va, la que realmente causó todos sus problemas", explica la actriz, que reconoce que fue difícil rodar las escenas en las que la madre pega a la niña.
Una infancia que marcó el carácter débil de la actriz, según muestra un filme que no es una biografía, si no que refleja la visión de Oates y que ya cuando se publicó el libro provocó un fuerte debate por la realidad o no de lo que contaba, algo que la autora nunca quiso precisar.
Porque el filme muestra desde una supuesta relación a tres entre Marilyn y Charles Chaplin Jr. y Edward G. Robinson Jr., a su enfermizo romance con John Fitzgerald Kennedy (con una grotesca escena en la cama del presidente) o los repetidos abusos que sufrió a lo largo de su carrera.
Qué parte es real y qué es ficción de lo que cuenta el filme es casi lo menos importante, porque realmente "Blonde" repite los clichés sobre el personaje de Marilyn Monroe y con algunos detalles interesantes, construye la misma imagen ya conocida de la protagonista de "Con faldas y a lo loco" (1959) o "La tentación vive arriba" (1955).
Desde la imagen de sex symbol que proyectaba y con la que la actriz no se sentía cómoda a los varios matrimonios fallidos con hombres en los que buscaba una figura paternal (ausente de su vida) y de los que en el filme aparecen Joe DiMaggio (al que da vida Bobby Cannavale) y Arthur Miller (Adrien Brody).
Su compleja relación con el sexo, su éxito inmediato, la utilización que de ella hacía el mundo del cine de forma global o su extrema vulnerabilidad, características tan conocidas como interesantes de uno de los grandes mitos del cine, de cuyo fallecimiento se cumplieron este agosto 60 años.