El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) celebrará un Pleno extraordinario este martes, a las 17.00 horas, para votar a los candidatos que le corresponde designar para el Tribunal Constitucional (TC). Así, el órgano de gobierno de los jueces se reunirá antes del 22 de diciembre, cuando se prevé que quedará aprobada --si no lo impide antes el tribunal de garantías-- la reforma legal impulsada por el PSOE y Unidas Podemos por la que se modifica el sistema de elección y llegada al TC de los dos candidatos nominados por el CGPJ a fin de superar la parálisis actual.
En el orden del día consta el punto relativo al nombramiento de los magistrados al tribunal de garantías que propuestos el pasado miércoles por el bloque conservador, en referencia a los magistrados del Tribunal Supremo César Tolosa y Pablo Lucas.
Según recoge la convocatoria, los vocales podrán proponer más candidatos hasta el momento del inicio del Pleno. El ala progresista ya desveló el pasado 3 de noviembre que su elegido era el también magistrado del Supremo José Manuel Bandrés.
Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press consideran que este movimiento pretende forzar que los progresistas retiren a Bandrés como candidato y apoyen a Lucas --que estaba en el primer listado de nueve candidatos dado a conocer por los vocales progresistas el pasado octubre--. Según habían avanzado las voces consultadas por Europa Press, los mejor posicionados para conseguir el aval del conjunto del CGPJ son Tolosa y Lucas.
Cabe recordar, que el pasado 8 de septiembre los dos sectores del CPGJ pactaron una serie de normas para llevar a cabo la votación. Una de ellas, reza que cada vocal puede proponer y votar a dos candidatos y que no es necesario que se vote en conjunto; es decir, que si uno consigue 11 votos ya está nombrado para el Constitucional aunque no haya un segundo candidato que recabe ese mismo apoyo.
El movimiento del bloque conservador de poner sus dos nombres sobre la mesa el pasado miércoles tiene lugar después de que el día anterior Mozo rechazara convocar el Pleno extraordinario que solicitaban. El presidente interino del CGPJ desestimó la petición inicial de los conservadores alegando que éstos no habían acompañado su solicitud con los nombres de al menos dos candidatos al tribunal de garantías. Por ello, los nueve vocales acabaron desvelando el nombre de sus elegidos.
La intención del bloque conservador es votar antes de que se apruebe la reforma impulsada por el PSOE y Unidas Podemos, que podría quedar aprobada el 22 de diciembre en las Cortes, si no lo impide antes el Tribunal Constitucional a raíz del recurso presentado por el PP en el que se pide paralizar la tramitación parlamentaria. Todo ello porque el sistema actual favorece más a los vocales conservadores, algo que cambiaría si saliera adelante la iniciativa que se encuentra en trámite parlamentario.
En concreto, el PSOE y Unidas Podemos proponen pasar de una mayoría de tres quintos --que ahora requiere al menos 11 votos-- a una simple para que el CGPJ designe a sus dos candidatos al TC y que, en caso de que el órgano de gobierno de los jueces siga incumpliendo su obligación de enviar dos aspirantes al Constitucional, se puedan exigir a sus vocales responsabilidades hasta penales.
Además, dicha enmienda contempla que, en lugar de que cada uno de los 18 vocales proponga y vote a dos candidatos, proponga y vote solo a uno, lo que --según explican las fuentes del CGPJ consultadas por Europa Press-- garantizará que los dos más votados sean los aspirantes elegidos por cada bloque del Consejo (el progresista y el conservador). Esto es, en el caso de los progresistas: Bandrés.
Frente a las prisas que ha evidenciado esta última semana el sector conservador, el ala progresista del CGPJ --que hasta ahora urgía a sus homólogos conservadores a proceder con los dos nombramientos al TC-- ha visto necesario no solo esperar al Pleno ordinario del CGPJ del 22 de diciembre --aunque finalmente se celebrará uno extraordinario el día 20--, sino incluso posponer cualquier votación sobre la dupla para el Constitucional a que la reforma legal entre en vigor, para que el Consejo se pronuncie ya con el nuevo sistema.
Así las cosas, los roles de uno y otro bloque parecen haberse invertido a raíz de la reforma propuesta, ya que en estos momentos los vocales conservadores piden acelerar, mientras que los progresistas abogan por aguardar.