Según han informado fuentes de la defensa del magistrado, Botín aseguró que “jamás se le pasó por la cabeza” que los patrocinios del Santander a la citada Universidad “se trataran de pagos a una persona física en concreto, nunca a Baltasar Garzón”.
El presidente del Santander declaró como testigo durante dos horas y media ante Manuel Marchena, instructor de la querella presentada contra Garzón por los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, que le acusan de prevaricación y cohecho por haber percibido presuntamente de la entidad 302.000 dólares y después archivado una querella contra directivos del banco, entre ellos Botín.
Botín, según las mismas fuentes, negó tener una relación de amistad con Garzón, aunque reconoció que ha coincidido con él en diferentes actos de forma esporádica y siempre con terceras personas.
Según explicó, conoció personalmente al juez cuando éste ocupó el cargo de secretario de Estado del Plan Nacional contra las Drogas porque le pidió una audiencia para informarle de la política del banco en su lucha contra el blanqueo de capitales.
Preguntado por el magistrado instructor sobre si durante los años previos a la marcha de Garzón a Estados Unidos la entidad tenía causas pendientes con la Justicia, Botín explicó que en aquella época la entidad tenía una treintena de procedimientos en España, pero ninguno instruido por el juez de la Audiencia Nacional.
Todo lo que se refería a la financiación de los cursos, según relató durante su comparecencia, era algo que correspondía al ex director del Santander en Estados Unidos, Gonzalo de las Heras, quien ya ha remitido al Alto Tribunal el expediente completo del patrocinio a los cursos que impartió el juez.
Sobre las cartas que el Santander remitió al Supremo, en las que el juez se dirige a Botín diciendo “Querido Emilio”, éste ha contestado que se trata de una fórmula de estilo que él mismo utiliza a diario con personas que no conoce personalmente y que no responde a una relación de afectividad.
También ha indicado que los patrocinios del banco que preside no se limitan a la Universidad de Nueva York, sino que se extienden a 800 centros universitarios en 25 países.
El instructor ha citado para el próximo 26 de mayo al vicepresidente segundo y consejero delegado del Banco Santander Alfredo Sáez; al ex presidente de Cepsa Carlos Pérez de Bricio, el día 2 de junio, y a la directora adjunta del Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York, Laura Turégano, para el 10 de junio, después de que ésta no acudiera a declarar el pasado mes de abril.
Además, Marchena ha pedido al Santander que entregue las facturas y justificantes de los pagos que hizo a la Universidad de Nueva York o a cualquier otra institución dependiente de ésta.
Por su parte, el abogado de la acusación José Luis Mazón ha explicado a los periodistas que la declaración del ex responsable de Cepsa es importante para que aclare “el donativo de 100.000 dólares que esta empresa hizo a la Universidad de Nueva York”.
Además, se ha mostrado convencido de que la instrucción de este caso en el Supremo se alargará durante meses.
Garzón declaró en el Supremo el pasado 15 de abril como imputado por este asunto y aseguró que él no percibió “ni un sólo dólar, ni un sólo centavo” de la entidad.