“No iba bebido” y “no voy a pedir perdón” han sido las escasas declaraciones del profesor Neira a la multitud de periodistas que le esperaban a su salida de los juzgados de Plaza de Castilla (Madrid).
Allí, y durante aproximadamente quince minutos, Jesús Neira se ha sometido a un juicio rápido por un delito contra la seguridad vial, después de que el pasado miércoles fuera detenido por conducir por la M-40 mientras triplicaba la tasa de alcohol permitida.
En el juicio, Neira, que también ha sido condenado a realizar trabajos en beneficio de la comunidad durante 40 días, sí ha reconocido el “dato objetivo de que la prueba de alcoholemia dio el resultado que dio” –0,87 miligramos por aire aspirado, más del triple de lo permitido (0,25)–, ha explicado su abogado, Javier Gómez de Liaño.
El profesor ha mantenido ante el juez y el fiscal que lo que bebió fue una copa de vino y un licor de café, “eso es todo”, y que el conjunto de una medicación complementaria para sus problemas de salud pudo producir un reflejo en la prueba de alcoholemia, ha explicado su abogado.
Gómez de Liaño ha calificado, además, de gesto “humilde y de hombría de bien” el que su defendido haya asumido la pena pedida por el Ministerio Fiscal, y ha especificado que el profesor todavía no ha sido requerido para entregar su carné de conducir.
Al tratarse de un juicio rápido y de que el acusado ha admitido los hechos, se le ha reducido la pena a una tercera parte a lo previsto por la ley para este tipo de delitos, ha explicado Gómez de Liaño después de que Neira saliera junto a su mujer de los juzgados y se remitiera a él para dar a conocer su condena.
Tras conocerse la sentencia, fuentes del Ejecutivo madrileño han indicado a Efe que Aguirre suprimirá “próximamente” el Observatorio Regional contra la Violencia de Género, cuyo Consejo Asesor preside Jesús Neira, dentro del plan de ajuste económico que lleva a cabo el Gobierno regional.
Creado en 2003, dicho organismo dejaría de existir próximamente como entidad propia y sus funciones serían asumidas, previsiblemente, por la consejería de Presidencia.
Las mismas fuentes han indicado que la desaparición del Observatorio como entidad propia fue decidida por Aguirre “antes del verano”.