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Jueves 09/05/2024
 

Valencia

Las inminentes y "muy difíciles" Fallas, ante el reto de adaptarse al luto de la tragedia

El mundo fallero sigue sobrecogido por la tragedia de Campanar. "Van a ser unas Fallas difíciles, muy difíciles, para todos", admitía este martes el president

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  • Vista general de unos ninots -

Las Fallas de València afrontan el inminente calendario de actos de este año condicionadas por la tragedia del incendio de Campanar, que ya obligó a suspender varios de los previstos la semana pasada, y este viernes, 1 de marzo, ya celebran su primera mascletà oficial en la plaza del Ayuntamiento.

"Van a ser unas Fallas difíciles, muy difíciles, para todos", admitía este martes el president de la Generalitat, Carlos Mazón, en redes sociales mientras la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, confesaba que estos días tenía como principales preocupaciones "las familias y las víctimas" del incendio antes que pensar en el devenir de las fiestas.

Este miércoles, la Junta Central Fallera ha hecho público el nuevo calendario festivo de marzo tras finalizar el luto oficial por la tragedia, cuya principal novedad es que la Crida de las Fallas, el tradicional llamamiento a la fiesta que la Fallera Mayor hace cada último domingo de febrero desde lo alto de las Torres de Serranos ante una enfervorecida multitud, será este domingo, 3 de marzo.

Y es que los actos falleros que estaban programados en la ciudad hasta el pasado domingo habían quedado suspendidos por los tres días de luto, entre ellos la macrodespertà, la mascletà en la plaza del Ayuntamiento y la propia Crida desde las Torres de Serranos.

Esa mascletà se disparará este domingo pero ya dentro del ciclo oficial de disparos en el 'kilómetro cero' de las Fallas de València, que reúne a las dos de la tarde y durante diecinueve días a docenas de miles de personas para contemplar el espectáculo pirotécnico y, desde la segunda semana, las fallas municipales, tanto la grande como la infantil, todo ello en una fiesta que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, de las más conocidas fuera de España y que cada año atrae a más turistas extranjeros.

El resto del calendario festivo se mantiene según lo previsto, han confirmado a EFE desde la Junta Central Fallera, mientras por innumerables rincones de la ciudad se han instalado ya los tradicionales puestos de buñuelos y churros, cuya actividad comercial comenzó en medio del luto oficial.

La seguridad de las Fallas

La tragedia de Campanar -sector que agrupa a dieciséis comisiones falleras, una de las cuales, l'Antiga de Campanar, está en la sección Especial, las de mayor presupuesto y espectacularidad- conllevará también, previsiblemente, una revisión de las condiciones de seguridad que rodean a las mascletaes que se disparan en cada barrio y a la propia cremà de las más de 700 fallas -entre grandes e infantiles- que arderán por toda la ciudad la noche del día 19.

Las noticias en torno a los materiales de los edificios como el que fue pasto de las llamas el pasado jueves han llevado ya, según avanzan medios locales, a que algunas comisiones falleras pidan cambios de ubicación de los actos pirotécnicos para evitar daños o incidentes, dada la cercanía de algunos de ellos a las zonas 'calientes' de la fiesta.

La solidaridad fallera

El incendio también desató otra marea, la solidaria, entre las comisiones falleras de ese sector en particular y de València en general. Sus miembros se movilizaron desde el primer momento para que a los damnificados no les faltara nada -ni material ni emocional- de lo necesario tras haberlo perdido todo.

Esta oleada de ayuda tendrá continuidad estas Fallas con iniciativas de las comisiones de Campanar como la de Rafael Alberti–Sierra Calderona 'La nova de Campanar', en cuya demarcación se encuentra el edificio calcinado, que donará todo lo recaudado durante el fin de semana previo a los días grandes -incluida una paella gigante para mil personas- a las víctimas.

La alcaldesa ha agradecido este miércoles el comportamiento "ejemplar" del mundo fallero durante esta semana de "silencio, solidaridad, paciencia y prudencia", con gestos, acciones y donaciones, aunque ha advertido de que el Ayuntamiento ha ido dando cuenta a la Policía de todo lo que ha encontrado "desde el minuto cero" en redes sociales de posibles colectas solidarias, por si hay fraude detrás de alguna de ellas.

Siete marzos sin Fallas y un septiembre fallero

En 2021, València vivió por séptima vez en su historia documentada (desde 1774) un marzo sin Fallas, ya que la pandemia hizo imposible otra vez, como el año anterior, que la ciudad celebrara su fiesta grande, que solo dos guerras (en 1896 por la guerra de Cuba, y entre 1937 y 1939 por la Guerra Civil) y una tasa injusta (en 1886) habían dejado sin celebración ni monumentos en las calles antes de la irrupción de la covid.

Tras estos cinco momentos históricos, solo la pandemia ha dejado a València sin fallas en más de ocho décadas, aunque en ese periodo sí que se han suspendido actos concretos, especialmente por la meteorología adversa (lluvia o viento) o sucesos como los atentados del 11M de 2004 en Madrid, en los que se cancelaron todos los actos oficiales durante los tres días de luto.

Las Fallas de 2021 finalmente se celebraron en a principios de septiembre y en formato exprés -posiblemente las más raras que se recuerdan, con calor veraniego y turismo mayoritariamente nacional por las restricciones internacionales que aún imponía la pandemia-, las de 2022 fueron en marzo pero muy grises (por el tiempo y los ánimos postcovid) y aún con restricciones, y las del año pasado se celebraron, por fin, con un balance prácticamente perfecto.

¿Y cómo serán estas Fallas?

El mundo fallero, el sector turístico, la hostelería y muchos otros ámbitos directos e indirectos aguardan ahora, expectantes y aún sobrecogidos por la tragedia de Campanar, la respuesta a cómo serán estas fiestas, que este año tuvieron un adelanto inédito, el pasado domingo 18, con la polémica mascletà en Madrid, mientras en el Museo de las Ciencias puede verse aún la Exposición del Ninot, de cuyas votaciones populares saldrá cuáles se salvan del fuego.

Con la incógnita de qué tiempo hará en los días previos y posteriores a la plantà (14-15 de marzo), no tanto por la lluvia sino por el viento que hace zozobrar los monumentos y sus remates acrobáticos, València recobra "poco a poco la normalidad", como ha dicho este miércoles la alcaldesa, y afronta tras el luto las próximas tres semanas como la ciudad que es, conocida en todo el mundo por su culto al arte efímero, a la pólvora y al fuego, en este caso con sentido festivo y purificador para recibir a la primavera. 

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