La playa de la Torre de Almassora, en Castellón, ha sido el lugar para despedir al mar a las 22 tortugas marinas que nacieron en esa playa hace ahora un año y que ahora regresan al mar tras un año de cuidados en el Oceanogràfic de València.
Las crías, la mayoría machos salvo una hembra, las encontraron unos vecinos en la arena el verano pasado y han formado parte del proyecto 'Head-starting' de la Fundación Oceanogràfic. Este programa tiene como objetivo que los animales adquieran el tamaño, peso y habilidades de buceo necesarias para aumentar sus probabilidades de supervivencia en el mar, explican sus responsables en un comunicado.
Además del Oceanogràfic, las tortugas han pasado estas últimas semanas en la Fundación Azul Marino, donde completaron su preparación antes de entrar al Mediterráneo.
Dos de los ejemplares liberados, un macho y una hembra, llevan incorporados emisores satelitales que permitirán conocer sus movimientos en el mar y obtener información sobre sus rutas migratorias y comportamiento. Unos datos que ayudarán a la comunidad científica a conocer mejor la biología de la especie y contribuir a su conservación.
Durante la suelta, se ha puesto de manifiesto la importancia de la colaboración entre las instituciones y la comunidad local para la conservación de la fauna marina. Estos eventos también buscan educar y sensibilizar a la población sobre la importancia de proteger a las tortugas marinas.
Los escolares de tercero de primaria del colegio Cardenal Cisneros de Almassora han sido los encargados de dar nombre a las dos tortugas con dispositivos satelital, "bautizándolas" como 'Cardenal Cisneros', en honor a su colegio, y 'Quiteria', en homenaje a la patrona del municipio.
La experiencia que permite acercar a los más pequeños a la conservación marina, fomentar su interés y aumentar su compromiso con el medio ambiente.
Los encargados de dejar en la arena a las pequeñas han sido la presidenta y vicepresidenta de la Fundación Oceanogràfic, Celia y Mercedes Calabuig, la directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), María Jesús Rodríguez de Sancho, el secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio de la Generalitat Valenciana, Raúl Mérida, la alcaldesa de Almassora, María Tormo, y autoridades del municipio, los técnicos de la Fundación Biodiversidad, la Fundación Azul Marino, de la Conselleria de Medio Ambiente y de la Universidad de Valencia, además de los vecinos que encontraron el nido el pasado año y representantes del colegio de Almassora.