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Viernes 29/11/2024
 

Valencia

La zona cero de la DANA, triste y frustrada, se recupera a diferente ritmo un mes después

Los diferentes municipios afectados por la DANA de Valencia repasan sus diferentes ritmos de recuperación

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  • Una de las calles de Paiporta un mes después de la DANA. -

Municipios de la zona cero de la dana que asoló Valencia hace un mes están tristes, frustrados y enfadados y se recuperan a diferentes ritmos en la limpieza del fango, la renovación de infraestructuras o la incorporación escolar, y mientras algunos hablan de normalidad otros la ven lejana.

Así lo cuentan a EFE alcaldes y alcaldesas de Paiporta, Aldaia, Alaquàs, Alfafar, Benetússer, Valencia -que vio afectadas tres de sus pedanías del sur (La Torre, Castellar- l'Oliveral y Horno de Alcedo)-, Cheste, Massanassa, Riba-roja, Utiel, Catarroja y Beniparrell, que reclaman mejoras en el transporte y la movilidad, normalidad escolar, más máquinas para limpiar y más ayudas de las administraciones para recobrar la normalidad.

Paiporta

La alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, recuerda que la dana afectó a todo el término municipal y asegura que "lo que más" necesitan es recuperarlo, pues el 100 % quedó inutilizado. Reclama que los escolares de Infantil y Primaria recuperen las clases y pide "flexibilizar" la fecha límite para la acogida en otros centros, porque no pueden abrir hasta no disponer del certificado de seguridad y salubridad en los mismos, que aún se están limpiando.

"El ánimo que se respira en la población es una mezcla de frustración y enfado porque estamos un poco lejos de la normalidad, que va a llegar más tarde que al resto de pueblos", afirma.

Aldaia

El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, asegura que necesitan "urgentemente" grúas para retirar los vehículos en los garajes subterráneos y máquinas para retirar lodo de los fosos de ascensores, que al estar estropeados mantienen a gente mayor o con movilidad reducida sin poder bajar a la calle.

"Los vecinos tienen rabia y cabreo por la invisibilidad del barranco de La Saleta, no se alertó ni antes ni después del 29 de octubre y exijo que, después de 40 años, se ejecute el desvío para evitar daños personales", afirma para alertar de que los vecinos están "absolutamente devastados, tristes y enfadados".

Benetússer

La alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz, afirma que para volver a la normalidad "se necesita mucha más limpieza de lodos en los garajes y retirada de vehículos que aún quedan". Dice haber echado en falta "más coordinación entre todas las administraciones" y pide "que no tomen decisiones desde arriba sin conocer el terreno o, al menos, que dejen a los alcaldes estar en la toma de decisiones".

"La población está agotada, triste y nerviosa. Las víctimas y despejar la calle es importante, pero ahora faltan contenedores, retirar vehículos siniestrados, derivar trastos a los vertederos. Es un problema de salud pública y hay que tenerlo limpio cuanto antes", afirma.

Cheste

El alcalde de Cheste, José Morell, recuerda que el municipio no tuvo problemas de barro ni inundaciones, pero "quedó convertido en una isla porque se cayeron dos de los puentes y la afección en la movilidad fue gordísima; de seis accesos -dice- nos quedamos con uno".

Resalta que instalaron pasos provisionales en el barranco y la UME construyó un puente provisional, operativo desde este jueves, y reclama para volver a una "normalidad relativa" la recuperación del transporte, porque también se vio afectada la línea ferroviaria de Cercanías.

Riba-roja

El alcalde de Riba-roja, Robert Raga, explica que el casco urbano de su municipio, donde reside el 63 % de la población, no se vio muy afectado y la pedanía El Oliveral, con 78 familias, "ha sido donde más impacto ha habido, pero ya está todo normalizado".

Se queja de la falta de puentes, lo que genera "muchísimas molestias" -se está haciendo uno provisional- y pide más maquinaria porque "queda mucho por hacer" para limpiar los 6 millones de m2 afectados en los polígonos, con 1.400 empresas.

Beniparrell

Para el alcalde de Beniparrell, Voro Massaroca, el ánimo de la gente un mes después "es bueno dentro de la desgracia tan grande" que han sufrido los pueblos del sur, y afirma que desde hace ya dos semanas su municipio funciona al 95 % y "todo va en perfecto proceso de recuperación", remarca.

Utiel

El alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón, asegura que la población "está un poco triste, sobre todo por los barrios más afectados" -un tercio del municipio- y resalta la "solidaridad de los utielanos y de todos lo que han venido de fuera".

"Hay esperanza y confiamos en que vamos a salir a reconstruir la ciudad, aunque para ello necesitamos mucha ayuda de todas las administraciones, que se tienen que volcar. Necesitamos una batería de ayudas importantes para restablecer alcantarillado, alumbrado o pavimentación, además de reconstruir el río destrozado, así como entrar en 300 viviendas que han sido anegadas por la riada", dice.

Alfafar

El alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, explica que en su municipio "la situación va por barrios; en alguno parece que se ha retomado la normalidad a nivel humanitario, sanitario y educacional, y en otros, como la zona cero, está tardando más".

Resalta que tienen muchas fincas con garajes muy grandes y huecos de ascensor que no limpia nadie, reprocha el "lío burocrático de quién lo limpia y quién se encarga" y advierte: "Faltan medios para hacerlo y las personas con movilidad reducida no pueden salir a sus calles porque no hay nadie que limpie ese foso".

Valencia

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, destaca que las tres pedanías han recobrado la "normalidad", con la gran mayoría de calles "limpias y perfectamente transitables", recuperada la actividad docente, con todas la líneas de la EMT "a pleno rendimiento" y Mercavalencia sigue distribuyendo comida, agua y productos de limpieza.

Destaca que se han atendido mas de 700 peticiones de ayuda y ahora la prioridad es la actividad comercial, añade que "ya se ve la luz al final del túnel" y valora el trabajo de los servicios municipales y del voluntariado para "recuperar cierta normalidad después de la catástrofe".

Massanassa

En Massanassa, su alcalde, Paco Comes, sostiene que es "urgente que lleguen las ayudas que han prometido todas las administraciones porque en un mes han llegado con cuentagotas y muy pocas", y asegura que la población está "enfadada" por eso.

"Que las administraciones no nos olviden y den las ayudas para que la gente y las empresas pueda rehacer sus casas, sus negocios y sus vidas", concluye.

Alaquàs

El alcalde de Alaquàs, Toni Saura, afirma que un mes después de la dana la población está "afectada psicológicamente y tardará en recuperarse", y aunque a nivel servicios e infraestructuras han vuelto "prácticamente a la normalidad", considera que "este episodio no se va a olvidar nunca".

"Eso costará mucho más que recuperar la normalidad a nivel urbanístico o físico de la ciudad", avisa para reclamar más medios y más limpieza. En el Ayuntamiento están centrados ahora en la tramitación de ayudas y en acompañar a los vecinos para curar "su herida psicológica".

Catarroja

La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, lamenta que un mes después "todavía se pueden ver las dramáticas consecuencias" porque hay aún problemas graves por el lodo que sigue en calles, garajes, sótanos y fosos de ascensores, lo que se "está convirtiendo en un problema de salud pública".

"Ni siquiera podemos hablar de reconstrucción aún; estamos en emergencia, con todas las infraestructuras deportivas, sociales y culturales prácticamente destruidas y a la zona industrial tampoco llegan los recursos necesarios", detalla para concluir: "Queda mucho por hacer y, por desgracia, estamos lejos de hablar de reconstrucción aunque vamos a seguir reclamando lo necesario para conseguirlo".

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