Los servicios vinculados a la retirada de nidos de avispa velutina, dentro del plan choque impulsado por la Xunta en 2024 y que se mantiene este año, han colocado ya 11.500 trampas con algo más de 41.150 reinas capturadas, principalmente en las provincias de A Coruña y Pontevedra.
Así lo ha apuntado la directora xeral de Administración Local, Natalia Prieto, en respuesta a una pregunta del PP planteada por la parlamentaria Nicole Grueira para valorar la campaña de 2024 de lucha contra la plaga de la avispa asiática y las novedades previstas para este año y el asesoramiento a este respecto.
En la Comisión Institucional, de Administración Xeral, Xustiza e Interior, Prieto ha recordado que se inició en 2013 el programa para frenar su expansión para luego en 2020 acometer un plan centralizado, impulsado desde la Consellería de Presidencia, en colaboración con la empresa pública Seaga y en base a las llamadas recibidas.
Al mismo, ha recordado, están adheridos la totalidad de los ayuntamientos. Respecto a la incidencia, ha recordado el aumento "extraordinario" de avisos en 2023 por el que se puso en marcha al año siguiente un plan de choque, a través de retirada de nidos al inicio o un proyecto piloto para los trampeos.
COLABORACIÓN CON UNIVERSIDADES
Sobre el plan de choque, ha señalado que este año son 90 los profesionales que participan en él, con 30 dedicados al trampeo y otros 60 centrados en la retirada de nidos. A ello, ha sumado las charlas divulgativas o la colaboración con las universidades gallegas para recabar los datos y adoptar en base a ellos las correspondientes medidas.
Asimismo, ha destacado el uso de las nuevas tecnologías para recepcionar los avisos, que ha instado formalizar a través del 012. De este, ha expuesto que en 2024 se recibió un 47% menos de avisos que en 2023, lo que vinculó con las actuaciones llevadas a cabo. Ese año, hubo más de 113.000 reinas capturadas con trampas retiradas en 261 ayuntamientos.
Mientras, ha insistido en avisar de los nidos que se detecten de cara a "llegar al mayor número" y frenar la expansión de la avispa. También ha apelado a la "tranquilidad" al no ser la velutina "más peligrosa que una avispa normal".