Lo Mantones de Manila inundan el Museo de Málaga. Hasta el próximo 20 de julio se podrá visitar una exposición dedicada a esta joya de la artesanía. Es un día “importante” para la pinacoteca y “hemos trabajado mucho” para que esta colección pudiese estar “hoy aquí”, ha celebrado el delegado de Cultura, Carlos García. Los 41 mantones pertenecen a la colección Perraut, que se completa con mobiliario histórico y obras pictóricas de los fondos del Museo de Málaga: “Es una colección que Málaga no podía perderse”.
Los Mantones de Manila son “cultura” y un elemento “inspirador en la pintura y literatura”. La exposición permite realizar un recorrido bastante completo por la historia, técnicas de bordado, diseños, composición e iconografía desde sus orígenes a la actualidad. Desde 2019, ha recordado, Encarnación Perraut, dueña de la colección, llevan persiguiendo la realización de esta exposición, que se ha retrasado hasta el día de hoy por la “pandemia y una serie de vicisitudes”: “Estoy encantada”. La familia Perraut empezó a coleccionar mantones en 1929, cuando “mi padre, siendo joyero, compró un lote de joyas en el que entraban mantones y mantillas”.
La comisaria de la muestra, Dolores Vargas, ha explicado que la exposición muestra ejemplos de mantones antiguos, del primer tercio del siglo XIX, de “ala de mosca”, de los denominados “chinescos” decorados con escenas típicas chinas y su evolución a mediados del siglo XIX en sus flecos macramé; los “enriquecidos” propios del último tercio de siglo con apliques de caras chinescas en marfil, nácar, porcelana o plata, y también mantones “isabelinos”.
Un mantón singular por su procedencia y su vinculación a Málaga es el mantón de la colección Perraut que perteneció a Anita Delgado, y que se expone junto al retrato de la bailarina realizado por Federico Beltrán Masés (1885-1949), pintado en París en 1919 e integrante de la colección permanente del Museo.
También se pueden ver de la colección Perraut ejemplos de mantones realizados en Lima, Chile o Panamá, de decoración diferente a los chinos por la profusión de enormes flores sobre gruesa seda y flecos exagerados; o de motivos taurinos. Asimismo, se podrá disfrutar en el recorrido de la exposición de mantones bordados directamente en España, exponente de nuestros gustos y costumbres.
El folklore español adaptó el mantón como un elemento integrado en su indumentaria, evolucionando a los mantoncillos de traje de flamenca, de chulapa madrileña o de trajes regionales extremeños, castellanos, aragoneses o valencianos. Todos ellos han tenido el mantón como protagonista, bien de cuarterones, isabelinos, cantoneses, modernistas o de cigarreras.
Ambientando esta colección de Mantones de Manila, se exhiben también algunos muebles u objetos de temática chinesca o vinculados al embalaje y transporte de los mantones, también de la colección Perraut, como un baúl y tres cajas originales de embalaje de los mantones para su transporte durante el siglo XIX; un biombo de madera lacada del siglo XX; un jarrón de porcelana policromada; piezas de joyería, el retrato de “La Paula” de Antonio Montiel (1964) y dos óleos del siglo XIX cedidos por Jesús Burgos Perraut.