Hola, Roma:
Te escribo este artículo ahora que lo tengo fresco en la memoria, para que te lo lea dentro de unos años tu hermano Enzo. Es mi opinión —de eso tratan estos artículos—, y que me perdone quien no sea futbolero y espere de mí artículos sobre salud, o quien se sienta ofendido; pero todas las opiniones deben ser respetadas, y el fútbol es otra de mis pasiones.
Todo comienza un 15 de septiembre de 2024, con una pretemporada en un campo en pésimas condiciones. El primer desplazamiento del Barbate CF es a Algeciras. La mayoría de los equipos se desplazan en autobús, más aún cuando se trata de distancias superiores a los 50 km. Pero, aunque se pague la gasolina, los jugadores del Barbate CF y el cuerpo técnico deben hacerlo en sus propios coches en todos los desplazamientos de la temporada. Es un hándicap, porque a la tensión de conducir se une la tensión del partido.
El primer partido se ganó, pese a que se perdía en la primera parte. Pero los que escuchamos la charla del entrenador en el vestuario durante el descanso hubiéramos pensado que era adivino, porque todo salió según el guion. A partir de ahí, llegó una mala racha de cuatro derrotas y dos empates. Quizás lo del principio fue un espejismo, pero quien ve el trabajo de un entrenador entregado no puede pensar eso.
A esto se suma, durante el inicio de la temporada, una triste noticia: la enfermedad de tu abuela Milagros. Los hombres también lloramos, y ese día lo hicimos tu padre, Ismael (Popi) y yo, a mediodía en el club de pádel.
Mientras tanto, las tertulias de los bares vaticinan que en Navidad el equipo estaría descendido, que el entrenador no es el adecuado, y que la plantilla tiene poca calidad. Manda narices, porque esta plantilla está compuesta en su mayoría por barbateños que cobran muy poco y a los que deberíamos apoyar a muerte. El dedo pulgar de los eruditos futboleros barbateños apunta hacia abajo, sin pensar en la situación personal del entrenador, al que también le han “quitado” su negocio en el club de pádel, cuando ya lo llenaba de ricos desayunos y clientela. Tampoco valoran, en esas charlotadas, el esfuerzo de una plantilla sacrificada y de bajo coste, cuyos salarios ha negociado el propio entrenador a la baja.
Pongo un ejemplo: el utillero de un equipo de arriba cobra más que el mejor jugador de nuestra plantilla.
Llega un antes y un después en la temporada: el partido en Arcos. Dos días antes tú habías nacido, y el Barbate CF tocó fondo. Por el resultado (3-0), por sensaciones en el campo, por actitud. Tampoco estaba el entrenador en ese partido porque estaba contigo en el hospital. Mira si es entregado al fútbol y al Barbate que a punto estuvo de montar a tu hermano Enzo en el coche y plantarse en Arcos.
Los capitanes de peso en este equipo hacen reflexión y autocrítica (a esos les duele mucho el Barbate CF). Algunos jugadores, por distintos motivos, se van, y empiezan a llegar otros en distintas jornadas. También se incorpora Josemi al cuerpo técnico como preparador físico.
Lo fácil hubiera sido tirar la toalla, por lo personal, lo deportivo y lo laboral. Pero tu papá, Chiqui, es un apasionado del fútbol y jamás dejará lo que tanto adora. Esta plantilla, además, cree en él, con el apoyo total del presidente en ese momento, Diego Pérez, y, fundamentalmente, del vicepresidente Antonio Vuela.
Se gana a la Balona, se empata con el Industrial y se pierde con el líder, el Portuense, pero las sensaciones ya son otras. En El Puerto de Santa María se hace una de las mejores primeras partes de la liga del Barbate. Acaba la primera vuelta con los jugadores pidiendo y forzando la dimisión del presidente por presuntas irregularidades, y con el equipo ganando y a 7 puntos del descenso: objetivo más que cumplido, y comienzan a callar bocas de esos barbateños agoreros.
Se realiza una asamblea donde salen todos los trapos sucios: cuentas que no cuadran (imperdonable en un club pobre), la situación de la escuela de fútbol, facturas con IVA no declarado, supuesta falsificación de documentos (denunciada ante la Guardia Civil), y la proclamación del vicepresidente Antonio Vuela como presidente, tras la dimisión del anterior, con el apoyo unánime de la asamblea.
Siguen los buenos resultados, con una sola derrota en 17 jornadas, que ilusionan a la afición y hacen soñar con lo imposible. Las cifras son mareantes: más de una vuelta completa sin perder. Los tertulianos de barra fija ahora dicen que los demás son más malos que el Barbate. ¡Los mismos que al principio calificaban esta competición como de las más duras de los últimos años y consolaban al entrenador porque el objetivo de la permanencia iba a ser imposible!
Lo que es la vida, Roma: el equipo en liguilla de ascenso a falta de dos jornadas y con números de líder. Lo peor es que algunos hasta lo justifican diciendo que el Barbate está teniendo mucha suerte.
Yo no soy entrenador ni he jugado al fútbol federado, y en esto mi opinión será absurda. Pero en la parcela médica la mala suerte se ha cebado con el equipo: lesiones de Gonzalo, Calle, Cazorla, Ricky (larga duración), Conesa, José Mari, De Gomar, Adrián Obregón, Cota, Edu Tello, Antonio Varo (también de larga duración)... En la mayoría de los casos, hablamos de más de una jornada parados, más la posterior recuperación. A esto hay que sumar las sanciones.
Tanto es así, que ha sido difícil repetir una alineación. Ha sido imprescindible la presencia y actuación de los juveniles (Miguel Corrales, Sergio Gil, Iván Malia, Hugo Moriano, Hugo Heredia, Félix Pacheco, Adrián Fernández y Yeray Domínguez), que han hecho un papel extraordinario. Han debutado casi todos esta temporada con el primer equipo en momentos decisivos y con marcadores apretados. Sería para preguntar qué emoción han sentido esos "niños" y sus familias al verlos debutar en su Barbate.
Eso es lo que tiene que al frente esté tu papá: un entrenador joven, preparado y valiente. Si esto es suerte, como dicen, todavía no le he visto que le toque ni un número de los que compra...
¿Podría haber más dificultades? Se me ocurren dos muy importantes: que levanten el campo y tengas que jugar todos los partidos como visitante, y que pierdas habitualmente jugadores para la convocatoria por motivos de trabajo o familiares.
Vaya desde aquí mi deseo de pronta recuperación al padre de Rafa, nuestro portero, considerado por muchos insustituible, y que no pudo jugar las dos últimas e importantes jornadas por el ingreso hospitalario de su padre.
Solo ha faltado un punto para lograr lo inimaginable, con opciones reales hasta en la última jornada. Pero eso no disminuye ni un ápice el logro deportivo de tu padre. Como se suele decir: "Quien pueda, que empate."
Te lo cuento por escrito, Roma, porque aunque nadie es profeta en su tierra, no quiero que la temporada 2024/2025 del Barbate CF quede en el olvido, o que te lleguen los embustes de algunos envidiosos.
Firmado: el tete Fernando.