La Virgen del Rocío se reencontró con el Simpecado de la Hermandad de Jerez cuando apenas restaba ya un cuarto de hora para el mediodía, en el tramo final de una procesión que se prolongó por espacio de diez horas.
La principal novedad vino dada por la ampliación del recorrido -en apenas cien metros- en el entorno de la plaza de Doñana, lo que sin embargo permitió duplicar la superficie destinada a la ubicación de los simpecados de las hermandades filiales y ganar en agilidad, que era el objetivo del cambio.
Los romeros jerezanos no tuvieron por tanto que esperar más tiempo para recibir a la Blanca Paloma, que como es habitual fue recibida en la calle Almonte por una auténtica marea humana.
Sonaron las palmas a compás para reclamar la presencia de la Reina de las Marismas y llegó el momento más esperado del año, con fray Daniel Wankun rezando la salve junto al Simpecado.
Hasta 30 hermandades filiales han iniciado este lunes su camino de regreso, entre ellas la de Sanlúcar de Barrameda, la más antigua de la provincia de Cádiz.
Jerez se despedirá de la aldea a primera hora de este martes, pasando por última vez ante la Blanca Paloma justo en el inicio del camino de vuelta.
Los romeros jerezanos regresarán a Santo Domingo este próximo jueves. Ese día está previsto que se embarque en Malandar sobre las 11.00 horas, para rezar el Ángelus en la capilla del Carmen de Bajo de Guía y buscar la carretera del Barroso.
El Simpecado estará en el Hospital San Juan Grande a las 19.00, con intención de que llegue a su templo a las 20.30 horas.