Esta semana, calurosa en el sentido climatológico y en el sentido político, ha sido una semana que también ha dejado paralelismos entre la escena cordobesa y la nacional, aunque todo se debe a una actitud generalizada en la clase política española casi a cualquier nivel.
Iremos en orden piramidal de acontecimientos (desde el plano nacional, más grande, hasta el local, más pequeño). En lo que compete a la política a nivel estatal, la retahíla de hechos que se han ido sucediendo estos días es ya consabida por todos. A saber: la UCO, unidad de la Guardia Civil encargada de investigar delitos de corrupción, publicaba a finales de la semana pasada un informe que ha dinamitado los interiores del PSOE y quién sabe si no también del gobierno; tras eso, los socialistas han tratado de limitar el radio de acción radioactiva de ese problema al llamado "triángulo tóxico" que conforman los ya archifamosos Ábalos-Cerdán-Koldo y, paralelamente, ha habido una serie de dimisiones y explicaciones en el seno del partido para intentar contener la hemorragia.
Ante ese panorama, llega la sesión de control al ejecutivo central con una de las comparecencias más difíciles (si no la que más) para Pedro Sánchez. Una sesión de control que dejó un nuevo número del líder de Vox, Santiago Abascal, que abandonó la sesión y se negó a controlar nada. Junto a eso, una serie de reproches cruzados entre los dos principales partidos de España, que se afanaban en echarse en cara supuestos casos de corrupción (e incluso algunos ya confirmados) para dejar claro quien era 'el menos malo' en un evidente ejercicio de lo que ya se conoce como estrategia del "y tú más".
En el plano local, el cordobés, hay que resaltar que la provincia también aparece en ese informe de la UCO, pero eso no es el objeto de esta crónica.
En la capital cordobesa lo que se ha visto esta semana ha sido al alcalde de la ciudad, José María Bellido, hacer un balance de mitad de mandato rodeado de casi todo su equipo de gobierno y algún compañero de partido. Un balance en el que el regidor sacó pecho de la gestión que se ha ido haciendo estos años, sobre todo, en materia de servicios públicos y recuperación de patrimonio.
En esas, desde el principal partido de la oposición, el PSOE (ya ven que son los mismos partidos los implicados en ambas escalas) contestaron a ese balance con su propio balance particular en el que afeaban a Bellido sus análisis hasta el punto de que el portavoz socialista, Antonio Hurtado, dio una rueda de prensa en la que enumeró hasta 35 fiascos en la gestión popular del consistorio empezando por esa nueva plataforma digital que parece no terminar de echar a andar nunca. "Pudieron haber sido hasta 100", dijo el propio Hurtado haciendo referencia a la cantidad de fallos que habían encontrado durante lo que va de mandato.
¿Lo común entre una situación y otra? Aparte de los partidos implicados, nosotros, los ciudadanos, como siempre en medio, sin que parezca que interese lo que pensamos y viviendo como espectadores de un partido de tenis como las declaraciones se cruzan de un lado a otro de la pista.
