La historia no miente. Desde Olimpia con sus primeros juegos de 776 a.C., en los que nacieron muchos de los deportes y la base para otros tantos, con sus reglas y normas, para que no haya posibilidad de hacer trampas y el juego se convierta en noble, además de otros valores que surgieron para sacar lo mejor de los deportistas.
En todos los deportes hay jueces que hacen que todo esté bajo control y no permiten que se dejen de cumplir las reglas pre establecidas y reglamentadas. Cualquier mínima duda se resuelve en el momento para que el juego continúe. Me pregunto por qué la política no es un deporte. Lo podríamos proponer para que fuera así. Las normas se cumplirían a rajatabla, los jueces serían ágiles y resolverían la ley, sin demoras en el tiempo con decisiones eternas.
Y no es que sean más complicadas las reglas del juego. La cuestión está en cumplirlas, no permitir que nadie se las salte y se vaya con los bolsillos llenos, en no dejar que alguien que hace trampas pueda presentarse a nada que tenga que ver con un cargo público. No veo yo a ningún deportista incumpliendo las normas tan gravemente que le permitan participar en las competiciones. Perjudicar a los ciudadanos con los robos continuados de dinero público solo tiene una sanción, la cárcel.
Nuestros políticos hacen y deshacen como quieren, eso sí presuntamente. Esa palabra que crea la duda y con ella la presunción de inocencia. No creo que podamos ser tan torpes para permitir que los mismos que nos están robando se presenten de nuevo a las elecciones. Sabemos que han llenado sacos y, sin embargo, lo permitiremos. El hombre es el único que tropieza dos veces en la misma piedra, ¿sólo dos?
No es cuestión de ser de derechas o de izquierdas, de arriba o de abajo, esto es de sentido común, de una lógica aplastante. Los ladrones, a la cárcel. No hay más. La ley lo dice muy claro, pero no sé cómo de una forma u otra los jueces se pierden en el camino interpretando las normas según el color de la página.
Si tenemos que poner un ojo de halcón para ver el más mínimo detalle o más jueces para que se agilice la justicia, ¿a qué estamos esperando? ¿Quizás no interesa? Claro que no, es mejor que puedan hacer lo que les dé la gana. Aun pasando, no pasa nada ni pasara, no tenemos lo que tenemos que tener para mandarlos donde deberían estar, en la cárcel.
Si tenemos que encarcelar a todos los que han metido la mano en la saca, habría que invertir en toneladas de hormigón y acero, para construir unas pocas más. Sería una de las mejores inversiones que podríamos hacer.
Ahí lo dejo. Si por casualidad alguna vez de lo que os cuento, escribo, comento, informo, difundo, traslado no os gusta, os diría que lo siento. Pero no es verdad, es lo que pienso.