Fuentes del hospital de campaña de la plaza Al Taguir (cambio), epicentro de las revueltas antigubernamentales, señalaron que, además, trataron 180 casos de asfixia por gases lacrimógenos.
Según pudo constatar Efe, los agentes emplearon cañones de agua, dispararon al aire y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que arrojaron piedras y cócteles molotov.
La policía evitó que la marcha antigubernamental pasara por la avenida Al Zobeiri en dirección a un punto cercano a la vivienda del general Ahmad Ali Abdala Saleh, hijo del presidente.
Los agentes se apostaron junto a los edificios gubernamentales en la zona.
Desde el pasado 27 de enero, el Yemen vive una revuelta popular contra el régimen de Saleh.
El mandatario regresó el pasado 23 de septiembre por sorpresa al Yemen, tras permanecer convaleciente en Arabia Saudí durante más de tres meses después de sufrir heridas graves en un atentado en Saná.
A su vuelta, el mandatario volvió a comprometerse con el traspaso pacífico del poder que figura en un plan del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) e instó a los opositores a alcanzarlo mediante elecciones.
Saleh es presidente del Yemen desde la unificación entre el norte y el sur de 1990, aunque desde 1978 era el gobernante de Yemen del Norte. EFE