Pero tanto PSOE como Partido Popular han intentado sacar la máxima rentabilidad a esta esperada apertura. Los socialistas han llegado a decir que “Rubalcaba cumple con Sevilla”, con esta puesta en marcha. Por su parte, los populares mantienen que si llegan al Gobierno de España, llevarán a cabo el proyecto original, licitado en 2008. “Tendrá cuatro túneles, al norte y al sur, bajo el Guadalquivir”, explicó a este periódico Jaime Raynoud, portavoz de infraestructuras del PP en el Parlamento de Andalucía.
En septiembre el Ministro de Fomento, José Blanco, anunció un recorte presupuestario que implica reducir de cuatro a dos los túneles. “No se puede permitir que ocurra como con el puente del V Centenario y se produzca un cuello de botella”, explicó Raynoud, que garanta un “proyecto global” cuyos plazos serán decididos “por los técnicos de Fomento”.
Por su parte, el candidato del PA al congreso por Sevilla, Fernando Álvarez-Ossorio, se mostró convencido de que “no es casual” que “el único tramo terminado se ponga en funcionamiento a seis días de las elecciones”, criticando que “tanto PSOE como PP manipulan a su interés lo público en su batalla de poder”.